El historial de violencia de género de Carlos Goncharuk era aterrador. Durante años, golpeó de todas las maneras posibles a su entonces esposa Susana Gómez. Ella lo había denunciado en 11 oportunidades por los constantes maltratos a los que la sometía. Nadie escuchó y por eso el drama un día se desató.
Era 2011 y una noche, Goncharuk volvió a golpear a Susana. La desmayó a golpes y le siguió pegando sin parar. Fue tal la paliza que ella quedó ciega. Según los médicos, le provocó el desprendimiento de sus retinas y perdió la visión. Fue detenido.
Cuatro años más tarde, en julio de 2015, Goncharuk fue condenado a ocho años de prisión por “lesiones graves”. Cuando cumplió con la condena, el jueza emitió una restricción perimetral con su ex esposa y sus hijos. El tiempo pasó y el criminal iba a sacar de nuevo su violencia.
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Antes fue obligado a tomar cursos de género, programas sobre la violencia, tratamientos de todo tipo y hasta servicio comunitario. Pero nada lo hizo cambiar. Aunque rehízo su vida sentimental, Goncharuk no había abandonado su violencia y en 2020, durante una pelea con su nueva novia, quien estaba embarazada, la acuchilló. Fue detenido y condenado a tres años de prisión.
Durante un tiempo, Goncharuk estuvo detenido en una cárcel del Conurbano hasta que el Juzgado de Ejecución Penal N° 2 de Morón ordenó que fuera trasladado hasta la Unidad carcelaria 9 de La Plata. En esa localidad vive Gómez, la mujer que quedó ciega por el violento. Entonces hizo la denuncia.
Fue entonces que desde la Casa María Pueblo, la ONG que asistió a Susana cuando perdió la vista y que la patrocina legalmente, pidió que se cumpliera la restricción perimetral. El presidente de la ONG, Darío Witt, le rogó a la Justicia que no trasladen al detenido. Así fue que el juez decidió mandarlo a Sierra Chica.
Con esa noticia y con el preso en el nuevo penal, Gómez se tranquilizó. Pero Goncharuk no. Duró solo 24 horas en dicha cárcel. Luego de que alguien pasara la información sobre los antecedentes del detenido, los internos lo recibieron con una paliza que lo dejó en grave estado.
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“Ahora no vas a ver más vos”, le gritaban, al tiempo que lo molían a palos. Con cortes en todo su cuerpo por ataque de facas y desnudo, los agentes del Servicio Penitenciario le salvaron la vida de milagro antes del linchamiento. Según fuentes oficiales, el ataque habría durado varias horas durante la madrugada.
Desde la cárcel de Sierra Chica, informaron que el hombre debió ser trasladado a un hospital y después a la Unidad 19 de Saavedra. Al parecer, los detenidos del Penal de Sierra Chica leyeron las noticias y reconocieron a Goncharuk como el hombre que dejó ciego a su ex esposa. Por eso decidieron atacarlo.