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Del “Matías" Pertossi de Tomei a las lágrimas de Thomsen: cómo se vivieron los alegatos por dentro

La fiscalía y la querella pidieron prisión perpetua para los ocho rugbiers imputados. 

26 Enero de 2023 13:22
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Con información de Manuela Fernández Mendy, enviada especial

El jueves 25 de enero al mediodía comenzó la segunda audiencia de alegatos en el juicio contra los rugbiers. En esta jornada, luego de que el miércoles hubiera gran revuelo por la falta de lugar o espacio para los familiares de los ocho imputados en el Tribunal de Dolores, que cada vez fueron más, fueron los primeros en ingresar y luego, lo hicieron los medios acreditados para los que solo había un puñado de sillas provocando que tuvieran que observar y escuchar la extensa jornada parados.

 

Uno de los cronistas intentó pedirle una silla a Eduardo, padre de Matías Benicelli, y le preguntó si al menos podía hacerle lugar en su silla. "¿Me puede hacer un lugarcito por favor?", preguntó el periodista. Con el ceño fruncido, el padre del rugbier le respondió: "¡No!". Acto seguido, los periodistas se movieron y consiguieron que el colega consiga una silla más.

Luego, ingresaron los ocho imputados: Ciro Pertossi estuvo vestido con una camisa celeste; Máximo Thomsen con una chomba de color blanco; Enzo Comelli usaba una camisa blanca con diseños negros; Luciano Pertossi vestía una chomba verde agua; Lucas Pertossi estuvo con una chomba azul; y Matías Benicelli con una camisa blanca con apliques.

Al momento en que se dio inicio a las 12:20, Fernando Burlando pidió que la mamá de Fernando, Graciela Sosa, pronuncie unas palabras ante el Tribunal. Pedido que aceptó la jueza María Claudia Casto. "La verdad nunca pensé que iba a estar en este lugar, creí que mi hijo se iba a recibir y defender a la gente. Pero nunca creí que iba a presenciar el asesinato de mi hijo. Me costó mucho estar en este lugar. Nunca me atreví a ver los videos y acá los ví reiteradas veces y miles de veces", lamentó la mujer, visiblemente angustiada. 

Y agregó: "Me costó horrores ver cómo asesinaron a mi hijo. Es una angustia impresionante que nunca podré olvidar cuando mi hijo levantaba la mano implorando por piedad. Tenía esa sensación de madre de tirarme sobre él y ayudarlo. Daría la vida por mi hijo, un chico bueno y decente que nunca creyó en la maldad. Pido solo Justicia por mi hijo, que paguen por lo que hicieron, no le tuvieron piedad. ¡Pido justicia!"

"Solo deseo justicia": el pedido de la mamá de Fernando antes del alegato de la defensa de los rugbiers

Mientras hablaba la mamá de la víctima, los acusados la miraron con atención, a excepción de Matías Benicelli y Lucas Pertossi. Máximo Thomsen bajó su cabeza y rompió en llanto. Infló cachetes y sacó el aire de su cuerpo, pero no de forma violenta; sino en clara demostración de angustia. Al respecto de los padres de los acusados, estos escucharon a la mamá de Fernando Báez Sosa atentamente, pero no mostraron empatía. A los únicos que se le cayeron algunas lágrimas fueron los padres de Ayrton Viollaz.

Minutos después, fue la oportunidad del alegato del abogado defensor, Hugo Tomei. Graciela se fue de la Sala y solo quedó Silvino, el padre de la víctima, y éste se dispuso a mirar fijamente a Tomei. Burlando, por su parte, sentado en su estrado enfrente de su colega, se puso a escribir. 

El abogado comenzó primero con un clip en el que expuso lo que dijo a los medios Burlando y acusó que esas palabras de destrato “duelen”.También declaró que se sentía incómodo porque le gritaron “asesino”: “Dejemos que los Tribunales de Justicia sean quienes nos juzgue”. Facundo Améndola, compañero y abogado de la familia, se tentó de risa al escuchar el fragmento de su colega. Pero a Enzo Comelli se le cayeron algunas lágrimas cuando escuchó a Burlando insultándolo. Todos miraron el fragmento, incluso Benicelli que durante todo el juicio hizo contacto cero con todos y con todo lo que se mostraba como pruebas. 

Luego, Tomei procedió a repasar todo su argumento restando relevancia a las pruebas que se mostraron en estas cuatro semanas y fue directo: “¡Voy a pedir la absolución porque el hecho no está probado!”. Burlando lo miró fijo a su colega; mientras que Emilia Pertossi, abogada de la defensa, miraba de reojo para hacer contacto visual con los padres de los imputados. Ella es hermana de Ciro y Luciano, y además es prima de Lucas y de Blas Cinalli. 

"Después de los largos alegatos de ayer, me estoy encontrando con otro hecho. Pareciera llamativo lo que estoy diciendo, pero si el objeto del proceso está descripto, ayer nos pasó que escuchamos cosas que no estaban incluidas y desde ese lugar voy a pedir la absolución porque el hecho no está probado. Los acusadores probaron otro hecho", remarcó Tomei y prosiguió a parar uno por uno a los rugbiers para preguntarles sobre su accionar en el ataque a Fernando. 

En este momento se notó lo que nunca antes había pasado: todos los padres miraron la secuencia. El primero en levantarse fue Luciano Pertossi y Tomei le preguntó si podía elegir entre sus amigos quién le pegó a Fernando. El imputado respondió con cara irónica. El padre de Fernando miró la secuencia, con furia en sus ojos y un disgusto que no se le vio en ninguna de las audiencias del juicio.

Se levantaron después Ayrton Viollaz, Luciano y Lucas Pertossi y negaron haberle pegado a Fernando, aunque si se consideraron responsables de pegarle a sus amigos. "De esta indeterminación tampoco surge quién de esos tres lastimó a los amigos. Otra vez la indeterminación. Yo me tomaría el trabajo de preguntarle a Lucas a quién le pegó, por lo menos para cerrar la indeterminación, porque la fiscalía no lo pone", estimó Tomei. 

De la misma manera, determinó que no podía ser probado que Ayrton haya sido quien arengó el grito que después generó el homicidio. "Yo soy más humilde", dijo Tomei y su apreciación fue acompañada de una risa irónica de la madre de Tomás D'Alessandro, el amigo fiel de Fernando Báez Sosa, que estaba presente en la Sala. Ella lo miró enojada y cada tanto, de reojo, observaba para ver si los familiares de Fernando que viajaron desde Paraguay para acompañarlos estuvieran bien. 

"Voy a pedir la absolución porque el hecho no está probado": Hugo Tomei y su defensa de los rugbiers

Tomei atacó: "Tengo que hacer algunas críticas. No hay duda que toda la evidencia está contaminada". Los rugbiers en ese momento miraron las pantallas excepto por Comelli que intentó hacer contacto visual con Burlando. El abogado defensor atinó a decir que la mente de los testigos era “endeble” pero que tampoco pudieron aportar detalles del hecho.

Para esto mencionó a Tomás Bidone elegido por la acusación como el máximo testigo: “No le da para ver desde el lugar el cuerpo de Fernando. Con este simple detalle estoy diciendo que este testigo no vio lo que dijo ver". Y prosiguió con un “Matías Pertossi". La equivocación generó risa entre los padres de los rugbiers. "Todos no le pegaron y los testigos lo manifiestan", continuó y los tres jueces tomaron nota en simultáneo.

"Cómo le van a creer a Máximo Thomsen si es un monstruo, un asesino", continuó Tomei frente a una sala llena de padres entre los que se destacaron la mamá de Máximo, Rosalía Zárate, su hermano, Francisco, y su padre, Marcial Thomsen. "El perito no pudo determinar cuál de los golpes causó la muerte. Se habló mucho de Thomsen, el líder, el monstruo. Pero lo cierto es que esa pisada que él reconoce, no había lastimado la boca, la encía, los labios, las piezas dentales. ¿Cuál es la entidad de esa patada para hablar de dolo? Si no lo hay, no hay caso", agregó Tomei.

Luego, el abogado defensor pasó a mostrar como prueba el momento del golpe: "No hubo saña, Fernando tenía algunos moretones y raspones". El papá de Fernando se puso mal. Tomei continuó irónico: “Cuántas cosas raras pasaron (...) Hay una construcción narrativa impecable". Luciano Pertossi sonrió. Después mencionó que los rugbiers " no son una empresa criminal" y cuestionó: "¿Será que los amigos de Fernando no vieron todo o se olvidaron de una parte de la historia?". Burlando habló con Facundo Améndola. Por su parte, Tomás D'Alessandro lo miró fijo, tomó agua y trató de contener su bronca. Su mirada se transformó a partir de ese momento.

"Disculpas a la familia de Fernando": las últimas palabras de los rugbiers antes de la sentencia

Tomei advirtió entonces que no hubo dolo, no se pudo probar el plan para matar en esos siete minutos, que no hubo estado de indefensión y hubo una agresión de sus defendidos hacia el otro grupo. Además, planteó la nulidad del secuestro de los teléfonos y de las prendas de vestir. “Porque cuando se los detuvo no se les informó sus derechos, y ellos lo hicieron voluntariamente", acusó.

El fiscal Juan Manuel Dávila tomó la palabra para explicar cómo fue ese accionar pero Tomei anticipó: "No va a prosperar su pedido". Luego de ese altercado, volvió Graciela, la mamá de Fernando que había sido buscada por uno de los colaboradores de Burlando. Tomó la palabra Burlando y, como se tomó un tiempo para arrancar, uno de los padres de los rugbiers se hizo el gracioso: "Y sí, si no sabe qué decir". 

El fiscal Dávila pidió acercarse al estrado, junto con Tomei y con Burlando. El juicio se fue al cuarto intermedio y regresó a los minutos con las últimas palabras de los ocho imputados. Todos hicieron lo mismo: pidieron perdón a la familia y dijeron estar arrepentidos de lo que habían hecho.

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