09 Octubre de 2023 14:14
“Las mentiras tienen patas cortas” es una frase que podría repetirse una y mil veces y que siempre tiene razón. Eso mismo sucedió en la localidad de Temperley cuando en un caso de horror total, una mujer denunció a la Policía que un grupo de ladrones ingresaron a su vivienda y asesinaron a su pareja. Aun así, con la declaraciones y el comienzo de la investigación, la única sospechosa por homicidio terminó siendo ella.
Adriana Luzuriaga agarró su celular y llamó totalmente desesperada al 911 para alarmar sobre un robo en su domicilio, ubicado en la calle Saenz Peña al 2100 en Villa Galicia. Su relato fue corto y conciso: “Un grupo de delincuentes ingresó a mi casa y asesinaron a mi pareja de varias apuñaladas”. Pero cuando la Policía llegó al lugar de los hechos, lo que parecía ser un caso de violencia perteneciente a la delincuencia, culminó -por ahora- siendo un problema de pareja que terminó en un asesinato.
La víctima, Juan Mangoni, tenía 54 años y se encontraba durmiendo en la cama junto a quien era su pareja. Aun así, hasta el momento no se sabe qué fue lo que pasó para que su vida termine de esa manera, pero lo que sí se asegura es que las declaraciones de Luzuriaga son todas confusas y hasta de alguna manera, erróneas en su relato.
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En principio, la mujer de 50 años al alertar a la Policía detalló que cuatro personas ingresaron a su domicilio con pasamontañas con el fin de robar sus pertenencias y asesinaron a Mangoni de varias apuñaladas mientras se encontraba acostado en su cama. Aunque el remate fue lo peor: luego de eso, la obligaron a meter el cuerpo en un tanque en desuso.Aun así, fue el Comisario Mayor, Ricardo Daniel Mocchetti, quien se dio cuenta que todo lo detallado podría ser un engaño de la mujer porque su relato presentaba confusiones, contradicciones y a medida que pasaba el tiempo, los detalles del robo y del homicidio iban siendo diferentes.
Lo único que se pudo constatar fue que efectivamente la víctima presentaba diversas lesiones corto-punzantes realizadas por las apuñaladas. Del resto, investigarán qué de todo lo que dijo Luzuriaga es verdad y por el momento, tomaron la decisión de que quede detenida hasta que se pueda llegar a una determinación de lo que pasó.
Fuentes policiales cercanas al hecho dialogaron con Noticias Argentinas y manifestaron por qué llegaron a la conclusión de que la principal sospechosa del asesinato era justamente la mujer, que alertó a la Policía por un supuesto “robo”.
"Se desdijo acerca de la cantidad de agresores y comenzó a afirmar que solo eran un hombre y una mujer. También refirió que el ingreso fue por los fondos, resultando dicha tarea imposible, en virtud de los muros que rodean la edificación. Sumado a ello, indicó que cuando ultiman a la víctima los gritos y pelea fue de proporciones, no siendo advertida dicha situación por ningún vecino. Cuando se presenta Policía Científica y procesa el lugar, se constata que la finca poseía alarma y que estaba desactivada", indicaron.
Otra de las pistas que tuvieron los efectivos para darse cuenta que probablemente se trataba de un engaño, fue que al realizarse las pericias con luminol dentro del domicilio, llegaron a la conclusión de que el asesinato se produjo en el living por las diversas manchas hemáticas que encontraron y no fue en la habitación mientras la víctima se encontraba acostada y durmiendo en la cama, como había declarado por primera vez Luzuriaga.
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"Si bien había limpiado la escena del hecho, no tomó en cuenta que había sangre bajo los muebles, por lo que al retirar el mobiliario, se hallaron grandes manchas hemáticas, presuntamente de la víctima. Por último, se logró hallar los celulares de la pareja, los que tiró en el inodoro", informaron.A la par, comentaron que no sólo tiró sus teléfonos celulares al inodoro, sino que quiso deshacerse de otros dispositivos técnicos para ocultar información. "También se logró el secuestro de una computadora y una notebook que se hallaba bajo la ducha del baño, en una clara maniobra para destruir los dispositivos, dado que la casa contaba con cámara de seguridad interna", sostuvieron.
Tras todas estas pistas brindadas y teniendo en cuenta que la mujer de 50 años se desdijo en su relato y todo parecería indicar que fue ella la responsable del asesinato y toda la historia inventada fue un engaño, la Policía procedió a detenerla bajo la causa de “homicidio agravado por el vínculo”. De esta manera, la investigación quedó a cargo de la Fiscalía N°16 de Lomas de Zamora que se especializa en delitos de índole Sexual y de Género.