01 Noviembre de 2024 09:38
Las casi 400 personas que realizan las tareas de rescate en las ruinas de lo que fue el Apart Hotel Dubrovnik de Calle 1 y Buenos Aires, en la localidad balnearia bonaerense de Villa Gesell, continúan sus funciones con la misma intensidad que cuando se derrumbó el espacio, cerca de la una de la madrugada. Todavía resta dar con seis desaparecidos, mientras que el miércoles hallaron sin vida a la ex dueña del lugar María Rosa Stefanic de 52 años, y un día antes, en el edificio lindero, encontraron al jubilado Federico Ciocchini de 84, también fallecido.
"Seguimos igual, trabajando sin parar", fueron las palabras que dio el jueves el director de Operaciones de la Federación de Bomberos de Buenos Aires, Ramón Enrique Pared. Se trata de la persona que dirige la acción de rescate. Van detrás de Nahuel Stefanic y Dana Desimone, quienes suponen estaban en el mismo ambiente que Rosita.
La teoría fue sustentada por el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, quien contó que hallaron a la mujer "entre el edificio en pie y el sector de transición, aproximadamente a la altura del cuarto piso", que ahí llegaron "a través de un túnel" y que tardaron "dos horas en liberar el cuerpo".
El trabajo de los 194 efectivos de seguridad, los 153 bomberos, y hasta la brigada K9 está orientado a funcionar a través de estos túneles por los que los caninos especializados se trasladan en busca de indicios y para dar con quienes están bajo los escombros. Los otros desaparecidos son Javier Fabián Gutiérrez de 50 años y los plomeros Juan Ezequiel Matu de 38, Matías Alberto Chaspman de 27 y Mariano Raúl Troiano de 47.
A su vez, otro sector de rescatistas opera con maquinarias especializadas para retirar los pedazos más grandes de escombros. Estos son los que tienen un volumen de hasta 3.800 kilos, los cuales son retirados con esta grúa gigante de 25 metros, la cual se sumó a los trabajos de rescate durante la noche del último jueves.
Todos estas personas funcionan bajo la disciplina de un silbato que suena cada cierto tiempo también. Cuando se hace oír, todas las personas cercanas se quedan en absoluto silencio. El objetivo es que, en esos segundos de paz, puedan oír ruidos de sobrevivientes. Según testigos, en esos instantes lo único que se oye son los rezos en forma de murmullo de los familiares de los desaparecidos, que confían en un milagro para volver a ver a sus seres queridos.
Estas madres y padres, hermanas y hermanos, hijas e hijos que están del otro lado del vallado, también cumplen otro rol: revisan los objetos que les muestran los rescatistas para identificar sin son personales de sus familiares. Es una de las formas de saber si están en la pista correcta cuando los canes avanzan por los túneles que circulan entre los escombros.
A la hora de la investigación que encabeza la fiscal Verónica Zamboni, el jueves se sumó un nuevo detenido. Se trata de otro contratista de 30 años que fue apresado en Ostende, a 25 kilómetros del lugar de los hechos. Este individuo sería el encargado de hacer el pozo del ascensor que "podría haber debilitado la estructura" y generado el colapso del edificio de 10 pisos.
Se suma a los otros cuatro albañiles detenidos. Quienes todavía no visitaron la prisión son el nuevo dueño del lugar, el empresario Antonio Juan Cortés, señalado por los trabajadores como quien quiso seguir con la obra tras la clausura municipal; la arquitecta de Gesell, que permaneció de vacaciones un mes entero de la obra; y su otro colega de Mar del Plata, que fue allanado el miércoles pasado.