Mientras continúa la investigación alrededor de los brutales homicidios del mago Leonardo Fernández y su novia Jessica Alberti Cigola, salieron a la luz parte de las escuchas telefónicas practicadas a dos de los acusados: los hermanastros Roberto Alegre y Rubén Grasso, quien junto a Alexis Bonnet permanecen detenidos por el crimen

"Pequeño truco"

"Apurate porque este pibe se va a terminar yendo", le escribe Grasso a Alegre en relación a Bonnet, a quién habían contratado para robar la casa de las víctimas en Parque Patricios luego del crimen.

"Sí, sí, decile la verdad, que son dos personas", responde su hermanastro. "Después hago un pequeño truco de magia y listo", agrega con crueldad Grasso. En otra escucha, mientras tanto, Grasso se comunica con una mujer mientras estaba prófugo y le expresa su temor a ser apresado. 

"Él no es un santo, o sea, estamos así porque hicimos algo, ¿sí? Necesito ubicarlo y que se tranquilice, que vamos a ver qué hacemos", señala en relación a Alegre. "Deben tener fotos mías, cuando yo fui a la casa del mago. A la casa del mago voy siempre yo, a eso me refiero. Y la computadora la llevó el tipo a mi casa".

Finalmente, la madre de Grasso aparece en otro de los registros recomendándole que destruya su celular. "Desaparecé el teléfono, desaparecé todo, porque por más que desaparezcas vos, desaparezcas el chip, el Android registra todo", explica. 

Negocios turbios

Además de que se acreditara que Fernández vendía cocaína, una nueva pista se agregó recientemente en relación al posible móvil del doble homicidio luego de que los investigadores encontraran una carpeta perteneciente al mago conteniendo dólares falsos. Así, ahora se teoriza que, la noche del asesinato, la víctima fue a proponerle a Grasso y Alegre sumarse a un negocio ilícito de falsificación de moneda extranjera.