El hecho heló a las decenas de almas que disfrutaban de un día de sol a la vera del río Paraná: Gustavo Degliantoni (71), que realizaba peligrosas maniobras aéreas, terminó estrellando el helicóptero que piloteaba en las cercanías del puente a Victoria. Iba con tres acompañantes que resultaron ilesos; solo el conductor perdió la vida.
Bajaba lentamente el sol en la costa norte de la ciudad de Rosario, cuando alrededor de las 18.30 -mientras turistas y familias se congregaban como lo hacen habitualmente para descansar de la semana y renovar energías para la entrante en el paseo "Vida el río"- la paz se vio interrumpida.
En ese momento, el helicóptero Robinson 55 que comandaba Degliantoni inició una serie de maniobras peligros sobre el paseo y, sobre todo, en la zona de "El Embudo" donde sobrevolaba a muy baja altura, muy cerca de quienes estaban allí. Es por eso que los presentes no dudaron en captar la secuencia con sus teléfonos.
De hecho, todo quedó registrado y plasmado en las redes sociales. Todavía no se precisaron las razones por las que el helicóptero se estrelló, pero se manejan dos hipótesis: la primera es que tras realizar las maniobras, el vehículo se salió de control; la segunda especula con que el conductor habría sufrido una descompensación.
Con Degliantoni viajaban Rubén Ojeda (63), Rubén Calderone (76) y Osvaldo Iommi (70), que fueron rescatados uno a uno tras el tremendo impacto del helicóptero sobre el agua; se confirmó que solo tienen heridas leves. Los encontraron en las cercanías del puente a Victoria, donde el vehículo aéreo quedó totalmente hundido tras el accidente. Las imágenes se que viralizaron muestran los vuelos rasantes y las maniobras desde el puente Rosario-Victoria hacia dirección sur.
Ante la desesperación y conmoción que causó el impacto, varias lanchas y embarcaciones se acercaron al lugar para intentar ayudar: uno a uno fueron sacando a las personas sobrevivientes; solo el conductor de la aeronave perdió la vida y todavía no se determinaron las causas de su muerte que son investigadas por la Comisaría de Rallamo.
El helicóptero Robinson 55 de color rojo era realmente un lujo: tenía capacidad para cuatro personas, es un vehículo que tienen solo los que son expertos en vuelo o aficionados a la aviación que según páginas de venta online se cotiza entre unos 300.000 y unos 350.000 dólares. Del Robinson no quedó nada: tras las maniobras y posterior descenso, la máquina terminó hundiéndose quedando completamente bajo el agua el motor, las hélices y hasta la cola.
Quién era el piloto que murió en el impacto
Gustavo Degliantoni tenía 71 años y desde muy joven empezó en el mundo de los negocios en Rosario. Hasta el día de su muerte estaba a cargo de una de las empresas petroleras más importantes de la región, la institución Degab.
Su relación con las altas velocidades y su pasión por los vehículos era evidente. Fue piloto TC y desde ese lugar formó buenas migas con Juan María Traverso, el piloto multicampeón con quien se codeaba a menudo. En el '84, Degliantoni corrió la TC en la competencia de "no ganadores" (categoría que organiza Turismo Carretera para quienes no llegan a ganar la competencia oficial) donde se consagró campeón corriendo con un Ford Falcon.