15 Septiembre de 2021 12:48
Hugo Cabañas, uno de los ocho acusados en el juicio por el femicidio de Araceli Fulles, la joven que fue hallada asesinada en José León Suarez en 2017, quedó detenido cuando intentó ingresar armado a la sala de audiencias de los tribunales de San Martín. El imputado había llegado en libertad al juicio oral, pero quedó detenido durante la segunda audiencia luego de que el personal a cargo de la seguridad le encontrara “un elemento cortante” entre sus ropas.
Cabañas es empleado del corralón que pertenece a Carlos Casalz, el acusado que fue detenido el domingo cuando fue a votar y fue acusado de intimidar a testigos y a la madre de Araceli. Al mismo tiempo, el lunes un hombre ajeno a la causa que se había mezclado entre los familiares y amigos de Araceli, fue detenido luego de querer ingresar al edificio judicial con un hacha.
Según los investigadores, el hombre tiene una enfermedad psiquiátrica y dijo que su objetivo era “cortarle la mano o uno de los dedos” a uno de los ocho acusados. Frente a esto, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, que acompaña a la familia de la víctima en el debate, pidió que se garantice que el juicio se lleve a cabo "sin riesgos" para los familiares de Araceli y para los testigos.
La directora de Abordaje Integral de casos de Femicidios, Travesticidios, Transfemicidios y Delitos contra la Integridad Sexual de esa cartera nacional, Natalia Chinetti, detalló que durante los últimos 4 años y medio, la familia de la víctima "sufrió varios tipos de amenazas". "Ya tenemos dos imputados detenidos por hechos que tienen que ver con amenazas a testigos que van a declarar en la causa. Se debe garantizar que el debate se lleve a cabo sin riesgo", señaló.
Los episodios intimidatorios comenzaron con el acusado Casalz, a quien se le atribuye haber amedrentado a un testigo e intimidado a la madre de Araceli. "Me mandaron este chat a las cuatro de la mañana. Es un video de este tipo caminando con una ametralladora. No sé quién me lo mandó, pero tomé captura de pantalla de lo que me mandaron, y lo denuncié ante la fiscal", había confirmado Mónica Ferreyra, madre de Araceli.
Ricardo Fulles, padre de Araceli, Casalz "es el que asesina realmente a Araceli, en conjunto con los otros imputados". "Él fue quien enroscó el precinto en el cuello para terminar matándola", dijo en diálogo con TN. El juicio por el femicidio se lleva adelante ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de San Martín y tiene en el banquillo a ocho acusados.
Además de Casalz y Cabañas, están imputados Hernán Rodrigo Badaracco, Carlos Antonio Ibarra, Marcelo Escobedo, Daniel Alaniz y los hermanos Jonathan y Emanuel Ávalos, todos ellos actualmente libres. A los ocho enjuiciados se les imputa el delito de "homicidio agravado por femicidio y por la participación de dos o más personas", que prevé la pena de prisión perpetua.
El tribunal está conformado por los jueces Martín Klobovs, Carolina Martínez y Aníbal Bellagio, mientras que la fiscal a cargo del debate es Mariana Piwarczuk. Voceros judiciales precisaron que a lo largo del debate comparecerán entre 150 y 300 testigos, y se prevé que el mismo se extienda hasta el 7 de octubre.
Araceli fue hallada muerta el 27 de abril debajo de unos escombros en el patio de la casa de Darío Badaracco, ubicada en Alfonsina Storni 4477, de José León Suárez. La joven había sido vista con vida por última vez la madrugada del 2 de abril de 2017, en una plaza cercana a su casa, y el último contacto con su familia fue a las 7 de la mañana de ese día, cuando le envió un mensaje a su madre diciéndole: "Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa".
Pero Araceli nunca apareció y su cuerpo fue hallado 25 días después tras la intervención de perros pertenecientes a los Bomberos Voluntarios de Punta Alta. La autopsia determinó que la joven murió por "asfixia mecánica" por "estrangulamiento a lazo" con un elemento compatible con precintos plásticos.