Tres jóvenes fueron procesados y detenidos el jueves por la noche, acusados de vender éxtasis. A dos de los arrestados le encontraron 1800 dosis de pastillas. El dato que los complica aún más es que tenían en su poder entradas para diferentes fiestas electrónicas, entre ellas la Time Warp, donde murieron cinco chicos por consumo de estupefacientes.
Tres jóvenes fueron detenidos por presunta venta de estupefacientes.
Los nombres de los tres jóvenes no fueron revelados. Al ser detenidos, uno de ellos aseguró ser un asesor de consumo de drogas responsable por sus conocimientos farmacéuticos, pero el juez lo consideró autor del delito de venta de estupefacientes.
Según se informó, el juez federal Luis Rodríguez dictó los procesamientos por venta de éxtasis en dos causas diferentes.
Los casos
En uno de los casos se detuvo a dos jóvenes. Se secuestraron unas 1800 pastillas junto a entradas a distintas fiestas electrónicas. Esta investigación se inició ante la sospecha de una entradera en el barrio de Mataderos.
La pesquisa permitió la detención de los imputados, dos jóvenes universitarios.
Dos de los estudiantes tenían en su poder 1800 pastillas.
Además de las pastillas, también tenían en su poder pulseras para ingresar al "VIP" de diferentes boliches de "Palermo Hollywood" y tarjetas de ingreso a las fiestas electrónicas Time Warp, Tiesto In Concert, Creamfields y Bayside Free Pass.
En relación a este caso, el juez federal Rodríguez aseguró: "La cantidad de sustancia incautada me permite arribar a la conclusión de que su destino no era otro que la actividad de comercialización".
Y agregó: "A ello se le suma no solo la gran cantidad de dinero que fue incautado, circunstancia que me hace presumir que aquél provenía de la realización de transacciones ilícitas con estupefacientes, sino también el secuestro de entradas a locales bailables y fiestas electrónicas".
Los detenidos también tenían y entradas para boliches de Palermo y para las fiestas electrónicas.
En la otra causa se detuvo a un joven estudiante de farmacia en un bar de la zona de Las Cañitas con 50 dosis de "MDMA", (comúnmente conocidas como "éxtasis") y un frasco de ácido sulfúrico en el interior de la mochila, sustancia con la cual testeaba la calidad de las pastillas.
El juez recolectó ciertas pruebas que complican aún más al joven: escuchas telefónicas y la utilización de una plataforma de Internet que autodestruía los mensajes de texto (que usaba para no dejar pruebas en su celular).