28 Octubre de 2021 17:19
Basilio Mazzeo tenía 87 años y fue atado, torturado y golpeado junto a su esposa, también jubilada de 80 años, por cuatro delincuentes que ingresaron a su casa en Villa Gesell para robarle. El jubilado murió asfixiado con una bufanda y un cable telefónico fijo que los delincuentes le colocaron alrededor de su cuello para exigirle los "dólares", según estableció el informe preliminar de la autopsia.
Este jueves y por orden de la fiscal de la causa, Verónica Zamboni, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 descentralizada en Villa Gesell, fueron detenidos cuatro hombres luego de 10 allanamientos. De acuerdo con las fuentes, Zamboni, la misma que investigó el crimen de Fernando Baez Sosa, realizó una reconstrucción de los hechos en base a distintas pruebas recolectadas en la escena del crimen, cámaras de seguridad y testimonios.
Fue así que, tras varios allanamientos, la Dirección Distrital de Investigaciones identificó y dio con los paraderos de Rodrigo Moyano, de 20 años, Dylan Emanuel Broemser, de 24, Leonardo Daniel Ludueña, de 31 y Diego David Reina de 36, todos ellos con antecedentes previos, de acuerdo con el sistema de reincidencia, y que quedaron imputados por "homicidio en ocasión de robo" por el crimen de Mazzeo.
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De acuerdo con los datos oficiales, Ludueña registra 11 antecedentes: cuatro acusaciones de robos calificados entre 2009 y 2010; infracciones a la ley de drogas y dos robos de autos. Además suma una causa por lesiones que data del 2016. Reina fue acusado de tentativa de robo en una casa en 2008; resistencia a la autoridad y robo simple entre 2016 y 2019. A su vez, fue detenido por orden del Juzgado N°1 de Madariaga en 2020 y luego liberado.
Los más jóvenes, Moyano y Broemser, también tienen antecedentes penales. El primero tiene causas por hurto agravado, peleas en la vía pública, robo de motos y dos causas por violar el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio dictado por el gobierno en el marco de la pandemia de coronavirus en 2020. Mientras que Broemser también incumplió con las normas sanitarias dos veces el año pasado, registra resistencia a la autoridad, venta de estupefacientes, encubrimiento y robo calificado.
El crimen ocurrió alrededor de las 14 del martes, en la casa que Mazzeo compartía con su esposa ubicada en avenida 7, entre paseos 137 y 139. Allí, los delincuentes ingresaron y atacaron a golpes a la pareja para que les entregara "los dólares" y objetos de valor. A pesar de que los jubilados repitieron, una y otra vez, que no tenían dinero, los ladrones decidieron torturarlos: primero, ataron de pies y manos a la mujer de 80 años y comenzaron a exigirle sus pertenencias.
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Luego, hicieron lo propio con Mazzeo, a quien varios golpearon y asfixiaron reiteradas veces hasta que lo ahorcaron con un cable de teléfono que terminó con su vida. Según los investigadores, el cuerpo del hombre de 87 años presentaba heridas compatibles con distintos utensilios "punzantes" de la cocina. Tras conseguir quitarles 25.000 pesos, los delincuentes escaparon dejando a la mujer atada frente al cuerpo sin vida de su marido.
Tras un llamado al 911, la Policía llegó a la vivienda y encontró al hombre sin vida y a su mujer en completo estado de shock. Los investigadores procuraban determinar si la banda que cometió el crimen obtuvo el dato de que en la vivienda de la pareja de jubilados había dinero de un alquiler, aunque el hijo de la pareja descartó esa posibilidad. "Hablé con la Policía y no creo que haya sido un problema de dato porque no había plata en la casa, el dinero que tenía mi papá lo manejaba mi hermana y, si hubiera, sería lo de la jubilación, pequeños montos", afirmó Gabriel, uno de los tres hijos del hombre . Según su testimonio, fueron dos los ladrones que ingresaron a la casa y los golpearon, mientras que el resto de la banda esperó afuera.
El hijo del matrimonio viajó el martes por la tarde a Villa Gesell luego que le avisaron lo sucedido, contó que su padre era "sastre" y que vivía "hace 20 años" en la localidad, ya que era oriundo de la Ciudad de Buenos Aires. "Se comunicaban los de adentro con los de afuera para que entraran a revisar, justo vino alguien a golpear las manos porque quería alquilar y empezó a aplaudir, en ese momento se fueron. Lo que me dice mi madre es que ella se salvó porque vino esa mujer", contó.
Y agregó: "Mi papá estaba con problemas de memoria, había tenido un episodio de ACV y teníamos turno para la semana que viene en Capital". Por último, Gabriel resaltó que su mamá "dentro de todo lo que vivió, porque ella vio todo, está bastante bien y bastante contenida". "Estamos viendo de llevarla para Buenos Aires. Mi mamá no se quiere ir pero con mis dos hermanas la tenemos que llevar porque no se puede quedar sola", concluyó.