19 Octubre de 2023 18:11
En la mañana del miércoles se le puso el punto final -por ahora- a una investigación que comenzó en el año 2020 mientras transcurría la pandemia y que tras tres años de búsqueda, se cumplió el objetivo: se detuvo a “La banda de los Guantes blancos”. Esta misma, está conformada por nueve integrantes que se basaron durante años en estafar empresas para recaudar dinero.
Con la llegada de la pandemia por el Covid-19 se produjeron grandes cambios en la sociedad y los cuidados a tomar. Mientras transcurría la cuarentena, era esencial poseer al menos en las empresas y todos los rubros de comercialización, productos descartables y todo aquello que sea necesario para la sanitización con el fin de que no se siga expandiendo el virus. Es por eso que, un grupo de estafadores vio la oportunidad más viable para cumplir con su requisito: hacer falsas ventas de insumos.
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De esa manera fue como se emprendió un camino que comenzó en el 2020 y que recién casi cuatro años después se pudo dar con el paradero de todas aquellas personas que formaban parte del grupo “La banda de los Guantes blancos”. ¿Por qué llevaban ese nombre? Porque justamente empezaron las estafas a través de la venta de guantes descartables que se utilizaban en mayor medida para que no existiera el contacto entre las personas.Así fue como un grupo, de al menos nueve integrantes, fue deschavado tras ser denunciado en varias ocasiones por empresas y principalmente profesionales de la salud que resultaron siendo robados por esta serie de emprendimientos que nunca existió pero que fingían vender guantes de nitrilo, barbijos descartables, alcohol en gel y otros insumos típicos de la pandemia.
No fue una situación al pasar y nada más. Al contrario. 450 empresas fueron víctimas de La banda de los guantes y según se pudo dar a conocer, los mismos crearon emprendimientos ficticios en distintas redes sociales donde supuestamente vendían los insumos. Para esto, juntaron alrededor de 1.200.000 dólares divididos en dos etapas.
En un comienzo, la “empresa” que mantenían en las plataformas se dedicaba a vender los insumos básicos de una pandemia pero al ver que el negocio se estaba terminando poco a poco porque los mismos empezaron a bajar, le dieron una vuelta de tuerca y en vez de estafar con ventas, lo hacían haciéndose pasar por inmobiliarias con contratos que se firmaban pero que nunca aparecían e incluso con domicilios que no existían.
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¿Cómo se efectuaban las estafas? En un principio, los compradores del sistema de salud y las empresas, realizaban una compra general de mercadería, hacían el pago a la cuenta bancaria destinada pero la misma nunca era entregada ni tampoco tenía la posibilidad de reclamar ya que el teléfono expuesto en las redes sociales no funcionaba y a través de Whatsapp se procedía al bloqueo automático, así como lo mismo pasaba con la web.Cuando las compras comenzaron a bajar, estos mismos cambiaron de emprendimiento para seguir estafando de mayor medida y generando ingresos similares o mayores. Para eso, abrieron una nueva cuenta pero esta vez en el rubro inmobiliario. Desde una página web totalmente falsa, vendían propiedades abandonadas o fiscales y a la hora de firmar el pago y hacer la transferencia, se encontraban con que las mismas no existían. Aun así, actuaban de la misma manera para con los compradores: dejar de existir.
Sin embargo, para poder llegar a vender una propiedad y contar con lo necesario, primero debieron hacer una estafa aparte a otras personas. Es que, en ese caso, la banda de los guantes lo había pensado todo: en primer lugar buscaron escribanos haciéndose pasar por un grupo inversos y cuando lograban asociarse a ellos, los despedían rápidamente para así poder quedarse no sólo con su poder sino con los sellos y firmas profesionales para luego poder vender los terrenos de manera un poco más “correcta”.
Aun así, en algún momento el cuento estafador iba a terminar y fue la Policía de la Ciudad quien pudo frenarlo. Después de una larga investigación de tres años, se pudo dar con los delincuentes a partir de llamadas telefónicas que ellos mismos realizaban y que pudieron ser rastreadas. Así como también con los datos de las cuentas bancarias y las direcciones IP.
Para aquello, se tomaron declaraciones y pruebas de los denunciantes y se llegó a la conclusión de que hasta fines del 2022, la banda de los guantes había realizado 450 estafas distribuidas por distintos lugares: Ciudad de Buenos Aires, Bahía Blanca, Mendoza y Tierra del Fuego. Por ahora, son nueve los detenidos, cinco hombres y cuatro mujeres y según lo que pudieron revelar las fuentes policiales, el grupo estaba comandado por dos de las mujeres que fueron arrestadas en el barrio de Flores y en Ciudadela.
Desde la Policía de la Ciudad, pudieron revelar que los domicilios que allanaron para encontrar a los estafadores en cuestión contaban con gran nivel económico: piletas, jacuzzis, casas de más de dos pisos y varias habitaciones. En las mismas, secuestraron documentos falsos, sellos de corredores inmobiliarios y escribanos, talonarios de pagaré, pasaportes, tarjetas de débito y crédito, libros contables, cuadernos con anotaciones, computadoras, celulares y tablets.