En la mañana del miércoles, la División Trata de Personas de la Policía Federal, detuvo en la localidad de Mariano Moreno a la acusada Johana Romero, quien estaba siendo buscada en todo el país por el delito de "captación, recepción y acogida de menores de edad con fines de explotación sexual agravado por tratarse de tres o más autores".
Se trata de uno de los casos más famosos del país. La denunciada se encontraba prófuga desde mediados del 2021 y el Ministro de Seguridad de La Nación había ofrecido la mayor recompensa vista dentro del país: $5.000.000 de pesos para quien la capture.
Luego de largas búsquedas, de casi dos años de su desaparición, cayó en el asentamiento Santa Isabel de Mariano Acosta, donde vivía con sus dos hijos menores, tras ser rastreada con seguimientos e intervenciones telefónicas.
Romero está acusada de ser jefa de una banda que reclutaba, abusaba y comercializaba niñas, junto a otros siete detenidos que también aparecen en la causa. La diferencia con el resto, es que es ella a quien acusan de haber liderado la banda que corrompió sexualmente con una de las víctimas que es nada más ni nada menos que su sobrina.
La víctima, oriunda de José C. Paz, quien era su "sobrina de corazón", tenía 15 años en el momento del hecho. Tras ser denunciada, el paradero de la menor quedó totalmente desconocido y no se supo más de ella durante varios meses que duró la búsqueda y que apareció por sí misma.
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El 20 de julio, su familia y las autoridades comenzaron con el rastreo para determinar su paradero y fue ella quien regresó a su casa el 28 de septiembre del año anterior y según pudo reconocer, arribó desde un lugar cercano a su hogar. La adolescente, en su momento total de impacto, golpeó la puerta de un vecino, avisó que había regresado y el mismo fue quien alertó a la División Trata de Personas de la Policía Federal para identificarla.
Acto siguiente, la menor fue contenida por las autoridades e ingresó al Programa Nacional de Rescate para víctimas de trata, que se encargó de tomar su testimonio para dar a conocer todo lo sucedido en su tiempo de desaparición.
La menor declaró y ante el impacto que mantenía, la investigación de la Federal le otorgó su ayuda para completar la versión y así poder completar las escenas, saber e investigar qué había ocurrido.
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Finalmente, concluyó en que había sido violada tras separarla en su familia, una y otra vez, dándose en primer lugar en cuevas ubicadas en Liniers y luego en una quinta en General Rodríguez donde se organizaban fiestas sexuales.La investigación quedó a cargo de la UFI N° 14, a cargo de la fiscal Vanesa Leggio junto con el juez Nicolás Schiavo, ambos del departamento judicial de San Martín.