28 Diciembre de 2022 18:09
En la mañana del miércoles, la Policía Bonaerense le salvó la vida a un bebé de solo dos meses de vida. Todo sucedió cuando un vecino llamó al 911 para denunciar que oía llantos de un menor y golpes constantes. De inmediato, un grupo de oficiales se dirigió a la casa en cuestión y en pocos minutos, ellos mismo oyeron el castigo que le infligían a la criatura. Enseguida detuvieron a la madre y al padre del chiquito.
Tras ser trasladada a la comisaría, la pareja fue acusada por el delito de “homicidio agravado por el vínculo y por alevosía en grado de tentativa”. En tanto, el bebé fue llevado hasta el hospital porque a la vista tenía traumatismos muy severos, algo que los médicos confirmaron a la hora del examen completo del menor.
En el informe de los doctores que lo atendieron quedó en claro la tortura a la que había sido sometido. El nene de dos meses tenía traumatismos severos y marcas de golpes en la cabeza contra objetos duros y romos, golpes con las manos y puños y sacudimientos del tórax (shaken baby) que le produjeron, entre otras lesiones.
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También tenía una hemorragia retiniana, traumatismos craneoencefálicos, un hematoma subdural interhemisférico posterior, hemorragias subaracnoideas y fracturas óseas múltiples (biparietal, de húmero izquierdo, de arcos costales 4, 5,6 y de hemitórax ipsilateral). Además se determinó que no había sido alimentado, que estaba deshidratado, que no era higienizado y que tenía sarna.
Tras recibir el informe de los profesionales del Hospital de Niños de La Plata, el fiscal Marcelo Romero, a cargo de la causa, ordenó que ambos progenitores queden detenidos. En la requisitoria, el fiscal afirmó: “Los progenitores ejercieron tales actos violentos hacia su bebé a sabiendas que existía la posibilidad cierta y concreta de producirle su muerte, asumiendo dicho riesgo y mostrando absoluta indiferencia hacia ello, siendo que dicho resultado no se concretó por razones ajenas a su voluntad”.
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Y agregó: “Los padres no lograron explicar los motivos de las lesiones que presentó su bebé, habiendo argumentado situaciones que no se condecían con las lesiones descritas, cambiando su relato en varias oportunidades y demostrando un total desinterés por el grave estado de salud de su hijo”.
Y siguió: “Entiendo que el accionar de los progenitores ha sido realizado con dolo eventual, en virtud que los mismos han llevado a cabo actos de maltrato y violencia en reiteradas oportunidades y durante el tiempo de vida de la víctima, no de forma única o aislada, sino que denota un patrón de conducta de los mismos, desarrollado en distintas situaciones con su hijo”.
Por último, tras aclarar que no revelaría datos de ninguna de las partes involucradas para preservar la identidad del bebé torturado, Romero dijo: “Destaco el compromiso profesional de todo el personal del Hospital de Niños de La Plata, Sor María Ludovica, por su preocupación, implicación y valiosa colaboración en la presente investigación”.
