Thiago tenía dos años y murió el pasado viernes en el Hospital Sanguinetti de Pilar, luego de haber sido ingresado al nosocomio junto a sus padres, quienes aseguraban que se había ahogado con la comida. Sin embargo, un hecho aberrante se descubrió durante la autopsia: el bebé había sido abusado sexualmente y quemado con cigarrillos.
Ante esta terrible situación, en las últimas horas la Justicia detuvo al padrastro del pequeño, llamado Ariel Farías, aunque no se descarta que la madre haya estado también implicada.
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Según el informe médico forense, Thiago murió producto de una hemorragia interna fruto de un fuerte golpe recibido en la zona abdominal.Asimismo, los peritos determinaron que también presentaba otros golpes en el resto del cuerpo, como lesiones compatibles con abuso sexual y quemaduras en sus brazos y genitales, algunas de ellas de larga data.
Frente a este panorama, el fiscal a cargo de la investigación, Andrés Quintana, ordenó la detención de Farías, padrastro del niño. Sin embargo, José Fleitas, abuelo del niño fallecido, indicó que en enero del año pasado él ya había radicado una denuncia por maltrato contra la madre del nene y su pareja en la UFI N°1, aunque en ese entonces no obtuvo ninguna respuesta.
“Dije que el bebé era golpeado, hay fotos del maltrato que sufría pero nadie hizo nada. La madre está suelta, y nosotros pedimos que la detengan porque ella tiene responsabilidad en lo que pasó”, precisó notablemente compungido el hombre.
A esta situación se le suman los antecedentes de violencia en la familia de Thiago, ya que su padre se encuentra preso acusado de prenderle fuego la casa a la mujer cuando estaba embarazada de él. Fuentes judiciales indicaron que se están llevando a cabo todas las diligencias posibles para determinar las responsabilidades en el hecho.