23 Septiembre de 2022 15:11
Los amigos de Blas Correas (17) que viajaban con él en el Fiat Argo la noche que fue asesinado por parte de los policías, declaran hoy ante la justicia. En la sala se hicieron presentes la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que participan como asesores jurídicos voluntarios del Tribunal, y Amnistía Internacional que participa como observador del juicio.
El hecho ocurrió la madrugada del 6 de agosto del 2020 cuando Blas se hallaba dentro de un auto, junto a cuatro amigos, con quienes iban a tomar algo a un bar. Todo comenzó cuando circulaban por la Avenida Vélez Sarsfield y Romagosa, del barrio Colinas de Córdoba, y el joven que conducía decidió evadir un control policial, porque según testificó en su declaración, se asustó cuando uno de los policías le apuntó con un arma en la cabeza.
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En ese instante, tal y como lo indica la investigación, el suboficial Lucas Gómez efectuó cuatro disparos con su arma reglamentaria mientras que el cabo primero Javier Alarcón disparó en dos oportunidades. Según las pericias, se determinó que es en ese momento, cuando uno de los cuatro disparos efectuados por el suboficial impactó en la espalda de Blas, causándole la muerte inmediata.
No obstante al aberrante crimen cometido por parte de los efectivos policiales, posteriormente a este hecho, y con el objetivo de simular un enfrentamiento con un grupo armado, agentes de la policía, incluido Javier Alarcón, plantaron un arma en la escena del crimen. Este accionar consiguió determinar que son 13 los policías implicados en la causa, acusados de asesinato y encubrimiento.
“Cuando Esquivel recibe el llamado del cabo Quevedo, me preguntó si tenía un 'tango', si tenía un arma. Le dije que tenía un revólver viejo y se lo di a ella”, testificó Alarcón en el juicio de hoy tras pedir ampliar su declaración y hacerse responsable de plantar el arma. Cabe recordar que, Quevedo es el efectivo que dio aviso por radio sobre la presencia de un "Fiat Argo con varios sospechosos" y la supuesta presencia de un arma.
En la quinta audiencia del juicio que tuvo lugar el miércoles 21 de septiembre, Soledad Laciar, la madre de Blas, declaró en el segundo tramo de su testimonial y se refirió a lo sucedido: “dispararon sus armas como si estuvieran jugando en la Play”. Además de pedir justicia por su hijo, Laciar mencionó su postura frente a la detención de los policías y afirmó: “No quiero que vaya preso nadie que sea inocente. Busquemos quiénes son los verdaderos responsables. Quiero que se haga justicia. Ojalá que antes de morirme logremos la Policía que queremos y que podamos honrarla”, concluyo.
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Los testigos del caso, y quienes estaban en el auto con Correas son Mateo Natali, Juan Cruz Camerano, Camila Tosi y Cristóbal Vocos.
Causa judicial de los policías
Gómez y Alarcón están acusados de ser coautores de homicidio calificado por abuso de su función y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego, homicidio calificado por abuso de su función en grado de tentativa reiterado -cuatro hechos- y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego en grado de tentativa reiterado.Los restantes 11 policías acusados son Sergio Alejandro González, Wanda Micaela Esquivel, Yamila Florencia Martínez, Walter Eduardo Soria, Enzo Gustavo Quiroga, Jorge Ariel Galleguillo, Leonardo Alejandro Martínez, Rodrigo Emanuel Toloza, Ezequiel Agustín Vélez, Leandro Alexis Quevedo y Juan Antonio Gatica.
Los cargos que enfrentan estos últimos son "falso testimonio, encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la calidad funcional y omisión de deberes de funcionario público".
El juicio continúa y tendrá una duración hasta el mes de noviembre, en donde se constatará la pena otorgada para los responsables del asesinato de Blas. Tanto los coautores del crimen como para los que encubrieron.
