Un hombre y su esposa aparecieron muertos el domingo en el interior de su casa, en el barrio de Flores. Los investigadores, luego de observar los cuerpos y el desorden de la casa, determinaron que no se trató de un robo. Se sospecha que la hija, quien sufre de hipoacusia, y de su pareja, una mujer que era cuestionada por el matrimonio asesinado.
La fachada de la casa de los crímenes.
El hecho fue descubierto en la mañana del lunes en una casa de dos plantas ubicada en la calle Morón 2719, frente al hospital Álvarez. Fue la hija del matrimonio quien entró su llave a la vivienda y encontró a sus padres sin vida. Las víctimas fueron identificadas como Orlando Gianelli y su esposa, Hilda.
Según detallaron los pesquisas, la mujer se encontraba con el rostro ensangrentado y tirada boca arriba en el living de la planta baja; mientras que el hombre fue encontrado en su cama, en el primer piso, con varias heridas cortantes en el abdomen.
La nuera en la mira
En ambos crímenes se nota ensañamiento. La profundidad de los cortes y la reiteración de las puñaladas fueron detalles que los investigadores no dejaron pasar en los informes.
A su vez, la Policía confirmó que no falta ningún objeto de la casa y hay registros de una cámara de seguridad de la cuadra que muestra a dos mujeres saliendo con mochilas de la propiedad, la noche anterior.
Con el correr de las horas y el avance de la investigación, se sospecha que la hija y su pareja planificaron el doble homicidio. La nuera de los fallecidos era cuestionada en la familia. Según fuentes confirmaron a BigBang, hace dos años, ambas se conocieron vía redes sociales y, al poco tiempo, se casaron.
Los allegados a las víctimas confirmaron que esta mujer era considerada en la familia como una "vividora". Según comentan, la mujer no tiene trabajo y tampoco se dedicaba a buscar un empleo. Sólo se mantiene con los ingresos de la hija del matrimonio, quién trabaja en el hospital Álvarez.
Los vecinos consultados por BigBang no tenían conocimiento de que la mujer hipoacúsica tenía pareja. "Eran reservados, no hablaban de su vida. Sólo los veíamos tomar mate en la puerta, hasta que Orlando se enfermó", contó un vecino. Asimismo, detallaron que Hilda estaba muy preocupada por los episodios de inseguridad en el barrio.
Hace dos meses, la casa que está ubicada detrás de la propiedad del matrimonio fue desvalijada. Se dice en el barrio que allí vivía un matrimonio de nacionalidad china. Hilda tenía miedo de que el robo tuviera alguna vinculación con la mafia.
Lo habló con otros conocidos del barrio. Con ingenio armaron una red de comunicación para estar alertados, por si pasaba algo. Cada uno sabía a quien llamar en caso de ser sorprendidos por algún delincuente. Pero, al momento del ataque, Hilda no llegó a levantar el teléfono y nadie escuchó nada extraño esa noche.
"Temían por la inseguridad
Desde hace un tiempo, los vecinos también denunciaron la presencia de un grupo de prostitutas y travestis que ofrecía sexo en lo que, según ellos, era una casa abandonada "utilizada como guarida" para atender clientes.
Otros vecinos de los Gianelli los definieron como un "matrimonio muy hermético". En el barrio no se conocía ningún detalle de su vida privada. Tampoco sabían que tienen un hijo instalado hace varios años en Estados Unidos y que en las próximas horas está por llegar al país.
Siempre la mamá estaba unida a la hija, las veíamos ir juntas al supermercado con el changuito. Nada sospechoso"
"No eran de hablar sobre su vida, se los veía tranquilos. Siempre la mamá estaba unida a la hija, las veíamos ir juntas al supermercado con el changuito. Nada sospechoso. Todo lo que se dice por los medios es una novedad para nosotros", detalló otra conocida de la familia.
En el caso trabaja la Comisaría 50 junto a la división Homicidios de la Policía de la Ciudad. Aún no encontraron el arma homicida y los investigadores todavía esperan los resultados de los estudios de huellas dactilares realizados a distintos objetos ubicados en la escena del crimen.