06 Noviembre de 2016 11:49
Un efectivo en actividad de la Prefectura Naval Argentina asesinó a su novia y a su ex pareja ayer por la noche en Paraná, Entre Ríos, en un doble femicidio que conmovió a toda la localidad que no sale de su asombro, y suma otro caso de violencia contra las mujeres que inquieta a la sociedad.
"Ya sé lo que hice", habría dicho con frialdad al momento de ser apresado.
Las mujeres asesinadas en manos de Ojeda.
Los trágicos sucesos se iniciaron en el barrio Mosconi cuando el asesino, identificado como Reinaldo Ojeda, disparó contra Romina Miriam Ibarra, su ex pareja, quien además se desempeñaba como funcionaria en la División 911 de la policía. El cuerpo de la mujer fue encontrado con un tiro en la cabeza en el baño de su casa.
Según fuentes policiales, al retirarse del lugar luego del acto criminal, el prefecto hirió a un vecino, Guillermo Suarez (27), con un disparo en la espalda. La bala provocó un orificio de entrada y salida y no lesionó órganos vitales, por lo que se encuentra fuera de peligro.
El prefecto asesinó primero a su ex novia y luego a su actual pareja.
Luego de asesinar a Ibarra se dirigió hacia la casa de su actual novia, con quien tenía tres hijos, y la hirió gravemente. Algunas versiones indican que habría disparado en frente de los pequeños. La ex mujer falleció cuando era trasladada al Hospital San Martín.
El momento de la detención de Ojeda.
En los últimos meses, Ojeda había sido denunciado por violencia de género, pero nunca le sacaron el arma reglamentaria ni tomaron los recaudos necesarios. El hombre de 46 años se encuentra alojado en la Alcaidía de Tribunales de esta capital.
El hombre está a disposición de la Justicia.
Ojeda fue detenido en calle Larramendi, por personal de la Policía de Entre Ríos y fue puesto a disposición del fiscal Francisco Ramírez Montrull, quien se apersonó de inmediato en el lugar. La detención la efectuó una patrulla del 911, en inmediaciones del domicilio de Ibarra, cuando intentaba escapar con una moto Honda Tornado todo terreno de su propiedad. Según versiones policiales, al ser apresado, y con una pasmosa tranquilidad dijo a los efectivos "ya sé lo que hice".
