El fiscal Diego Escoda, uno de los que lleva adelante el caso del asesinato de Fernando Báez Sosa, encarará este jueves una rueda de reconocimiento en la que participarán los diez rugbiers detenidos más Pablo Ventura, liberado el martes.
El funcionario explicó que luego de las ruedas de reconocimiento podría cambiar el número de los acusados como coautores del homicidio. "Hoy se imputa a dos, que puede cambiar a tres. Al resto se le imputa haber impedido que los amigos de la víctima lo pudieran auxiliar. Lo impedían con el propósito de que la víctima siguiera siendo golpeada. Esa es la hipótesis", agregó.
Escoda, además, desestimó la posibilidad de que exista algún tipo de atenuante para el delito que se les imputa a los rugbiers ya que "teniendo en cuenta la cantidad de personas que agreden, el carácter de los golpes, la forma y la violencia, nosotros sostenemos que la intención era darle muerte, hay un dolo homicida".
Sumando a la intención de determinar qué responsabilidad en el crimen tiene cada uno de los detenidos, la semana próxima se encarará una pericia scopométrica en la cual se comparará la marca que la patada fatal dejó en el rostro de Fernando con las zapatillas de los detenidos.
Una súbita medida
Aunque el fiscal detalló que al momento dela detención los acusados "estaban lúcidos" y "no presentaban signos de alcoholemia", el municipio de Villa Gesell prohibió el miércoles el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública.
El decreto extiende la medida a eventos donde se realicen "en forma masiva actividades deportivas, culturales, educativas y/o artísticas", e incluye también el expendio de bebidas mediante expendedoras automáticas y al consumo dentro de vehículos públicos o privados.