27 Marzo de 2024 12:43
Benjamín Gutiérrez tiene tres años y desde el martes 20 de febrero las autoridades lo buscan sin descanso, luego de que su abuela paterna radicara una denuncia por su desaparición en la Comisaría 2ª de Tucumán. "La última vez que lo vi, 'Benja' tenía un año y medio y había empezado a caminar. Recuerdo que tenía la cabeza lastimada. Me dijeron que había cabeceado la punta de una lata. Yo les creí", sostuvo Mercedes Luna, de 67 años.
Según explicó la mujer, notaba la ausencia del menor cada vez que sus otros nietos la visitaban y cuando preguntaba "¿dónde estaba Benja?", recibía como respuestas evasivas, como por ejemplo que el nene no la había ido a visitar porque "estaba dormido o en casa de otros familiares". Hasta ese momento, Mercedes intercambiaba mensajes con su nieto a través de WhatsApp hasta que, de un día para otro, dejó de comunicarse con él. "Los mensajes se cortaron", aseguró.
De acuerdo a su relato, su nuera -la mamá de Benja- y su hijo "empezaron a cambiar de domicilio permanentemente y eso me dificultaba ir a visitarlos porque yo estoy en Taquello, en Departamento Burruyacú". "Cada vez que les pedía una foto de 'Benja' me mandaban la misma; y cuando les proponía hacer una videollamada, buscaban excusas. Ante el silencio empecé a dudar", le había explicado Luna a Infobae. Pero su sangre se heló cuando uno de los hermanos de Benjamín habló.
El nene le había revelado a una tía que Benja había fallecido a causa del ataque de un perro, dando un giro inesperado a la situación. Alarmada por esta revelación, la abuela acudió a la policía el 20 de febrero para denunciar lo ocurrido. A esta denuncia se sumó la abuela materna de Benjamín, Mónica Gargiulo, de 48 años y que vive en Las Talitas, en el Departamento de Tafí Viejo. Según denunció, a su nieto lo vio por última vez cuando tenía once meses.
El relato de ambas abuelas coinciden en algún punto: la mamá de Benjamín las visitaba con sus otros dos hijos, de 8 y 4 años, pero lo hacía sin Benjamín. Y cuando le consultaban dónde estaba el nene, su justificación era que el niño estaba con el padre o con la vecina. Esta situación llevó a la fiscal Mariana Rivadeneira a solicitar informes a diferentes organismos estatales para confirmar la existencia del menor. Primero al Registro Civil, luego a la ANSES, pasando por Maternidad y recayendo en el SIPROSA.
Todos ellos confirmaron la existencia de Benjamín Gutiérrez. De tanto indagar fue que la fiscal descubrió que la abuela materna había decidido criar al hermano mayor del nene que padece autismo y es fruto de una relación anterior de su hija. Luego, descubrió que en 2018, otro hijo de la pareja falleció al año de vida. "Al no haber datos de que el deceso se haya producido de manera violenta, el fiscal Jorge Carrasco decidió archivar la causa", informó el portal La Gaceta.
De todas maneras, el funcionario había comunicado sobre el fallecimiento del nene a la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinayf) para que tome cartas en el asunto. "Se desconoce por el momento si hubo algún tipo de intervención", detallaron. Según informó la autopsia, había muerto por broncoaspiración. Lo llamativo fue que cuando ambos padres fueron indagados por la fiscal Rivadeneira "ambos negaron la existencia de Benjamín".
Así lo había confirmado Álvaro Zelarayán, abogado de las abuelas del nene. "Ya se ha resguardado el domicilio donde posiblemente existen rastros del delito, que es el domicilio de la progenitora del niño. Se encuentra personal policial. Ello obedece a una serie de medidas investigativas que hemos pedido, como por ejemplo, el secuestro de látigos que han sido mencionados por los menores en la cámara Gesell, fierros, machetes, porque eran víctimas de violencia con esos elementos", detalló-
En este sentido, el letrado amplió: "Hasta el momento, tenemos noticias que se encuentran realizando averiguaciones en el domicilio, en los alrededores del domicilio. La madre se encuentra incomunicada, pero hasta el momento no se ha tomado ningún tipo de medida privativa de libertad. Está con custodia policial y con el personal policial que impide que salga de la casa y que se pierdan algunos rastros del delito".
Zelarayán informó que han solicitado un rastrillaje en un área ubicada entre 100 y 150 metros detrás del domicilio del menor desaparecido, donde hay una laguna, en busca de cualquier elemento que pueda ser relevante para la investigación. Además, se ha pedido el secuestro de prendas que se presumen pertenecen al niño desaparecido. Por el momento, Jorge Lucero, el padre de Benjamín, se encuentra detenido, mientras que su madre bajo custodia policial.
Por otra parte, la Justicia ordenó poner bajo el resguardo de la abuela materna a los otros dos hijos que la pareja tenía en común y cuando le preguntaron sobre estaba benjamín, cambió su versión de los hechos y pasó de decir que el nene "no existía" a que había sido "regalado" por su pareja y que desconocía su paradero. Según advirtieron algunos medios locales, el padre del nene desaparecido habría confesado el crimen y revelado en qué zona se encuentran enterrados sus restos.
Esto, sin embargo, no fue confirmado por las autoridades del caso. "Es evidente que existió un pacto de silencio, una confabulación entre ambos progenitores", remarcó Zelarayán en diálogo con la señal TN. "Ellos dicen que el papá lastimó a Benja, que le lastimó la cabeza con un bloque de cemento. Me contaron que (el padre) le pegaba con un machete, con un látigo, con botellas, con fierros...", sumó Mónica, quien quedó al cuidado del resto de sus nietos y pudo hablar con ellos.
La mujer reveló que los hermanitos de Benja le contaron que al nene lo "torturaban" y "mordían". " A él le molesta que los chicos lloren, no le gusta el ruido. Cuando está drogado...pienso que no se habrá medido y se le fue la mano. Yo sí creo que ella (por su hija) sea capaz de hacerle daño a su hijo, porque estaba ciega por su pareja. Hubiera hecho cualquier cosa por él, por eso creo que le ha colaborado inventando la historia de que Benja no había nacido", destacó la abuela de Benja.
Este caso fue dado a conocer por primera vez por la periodista tucumana Mariana Romero y la principal hipótesis de las autoridades señala que el nene fue asesinado de forma violenta y que su cuerpo fue ocultado en un monte circundante o en una laguna cercana a la vivienda, en la localidad de Atahona, ubicada a más de 80 kilómetros de la capital provincial.