08 Mayo de 2024 11:18
Analía Bouhier y Yanina Bessolo tenían un solo trabajo por hacer: cuidar y asistir a los bebés internados. Pero las -ahora ex- enfermeras de Neonatología del Sanatorio de Niños de Rosario fueron denunciadas en mayo del 2022 por presunto maltrato a los niños y, pasados dos años del hecho, la causa se encuentra más abierta que nunca, con ambas mujeres imputadas, con pruebas más que contundentes y con la Justicia cada vez más cerca de determinar la responsabilidad de las mujeres de 59 y 53 años.
Luego de recibir tres denuncias que aseguraban que tres bebés fueron víctimas de las dos mujeres, se creó una causa de investigación para dar con lo que había sucedido en el Sanatorio de Niños de Rosario. En su momento, los padres de los recién nacidos, señalaron que las enfermeras "medicaban" a las criaturas para que se durmieran y no "las molesten" porque querían "descansar" y "ver Netflix".
A partir de las denuncias, la Justicia puso en marcha la investigación por el caso y desde ese momento no paró. Incluso, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) detalló que la Fiscalía confirmó que tanto Bouhier como Bessolo pusieron en riesgo la vida de los bebés y que podrían haber causado su muerte. "Las mujeres le suministraban benzodiacepinas, droga que no tenía indicada por profesional médico, a fin de lograr su sedación y así evitar que demande atención, lo que podría haber provocado diversos efectos adversos, incluso el fallecimiento", afirmaron.
A dos años de las acusaciones, las mujeres fueron detenidas, quedaron imputadas y por pedido específico de la defensa, la audiencia que se está llevando a cabo para conocer que sentencia tendrán, pasó a un cuarto intermedio por 48 horas. Por consecuente, el miércoles se definirá cuál será la medida cautelar y si quedarán -o no- en prisión preventiva.
Durante la primera jornada, la fiscal del caso, Viviana O'Connell, confirmó que de acuerdo a las declaraciones de los denunciantes, las ex enfermeras les daban una cierta medicación a los bebés "para tranquilizarlos, para que no molesten" por dos motivos en específico: una de ellas quería mirar Netflix y la otra quería dormir porque tenía que seguir trabajando de corrido una cierta cantidad de horas más.
En cuanto al horario y la complicidad que manejaban las mujeres, O'Connell comentó: "Tenían el horario de 12 de la noche a seis de la mañana y una de ellas necesitaba dormir porque después seguía de largo con la jornada laboral. Las dos compartían el turno noche donde no había padres y era menor el personal dando vueltas. Eran muy allegadas entre sí, por lo cual compartían varias cosas incluidas éstas".
La fiscal, que llevó adelante la primera jornada de la audiencia, subrayó que "todos los testimonios coinciden en sus relatos" y que se trataba de dos enfermeras agresivas. "Las denunciantes y varios testigos mencionan que había maltratos. Eso dicen todos los testimonios. Tratamos de corroborar las denuncias con testimonios de personas ajenas a la institución, que no estaba en conocimiento de que eso estaba sucediendo".
Además, agregó que se le realizaron análisis de sangre y de orina a los bebés que fueron afectados por las medicaciones y que, efectivamente, se encontraron sustancias que no habían sido prescritas por los médicos o mismo, que no correspondían con las cantidades recetadas, algo que podría haber sido muchísimo más peligroso de lo que fue.
Por otro lado, la funcionaria judicial explicó que al tratarse de tres bebés medicados de mala manera y a propósito, debieron accionar tomando declaración no sólo a los denunciantes, sino también con personas que conocían a las enfermeras por haber trabajado a la par de ellas en algún momento, algo que desaceleró la causa. "Se recibió la denuncia a mediados del mes de mayo de 2022 y el tema era tan delicado que tuvimos que tomar testimonio de personas por fuera de la institución, con gente que había trabajado en otro momento ahí. Es una investigación que comenzó hace un año y que es muy delicada", explicó.
Y continuó: "Trabajamos de manera muy cuidadosa y cuando vimos verosimilitud en la denuncia realizamos los allanamientos en neonatología del Sanatorio de Niños, con un médico forense y una técnica bioquímica para tomar muestras de los bebés que se encontraban allí. Los análisis arrojaron que dos bebés estaban intoxicados y uno de ellos ni siquiera tenía indicada la droga".
Asimismo, confirmó que además de haber sido denunciadas por medicar a los tres recién nacidos, también tuvieron un caso de agresión en agenda, por lo cual se tomó la determinación de contemplarles la figura del abandono de persona y el ejercicio ilegal de la medicina por los medicamentos suministrados. "Una de las dos enfermeras fue denunciada por un caso de maltrato físico, pudimos acceder a través de un chat de varias enfermeras y es un caso de mucha gravedad y de difícil prueba. Hasta ahora los bebés están bien y pusimos al tanto de esta situación a las familias", concluyó la fiscal.