por Gisela Nicosia
10 Diciembre de 2018 08:43
En ciertas ocasiones, el suicidio de un agresor machista es interpretado como el acto extremo al que el victimario recurre para evitar la sanción social después de haber cometido un asesinato. Pero en otras, cuando la violencia es crónica, o de larga data, el sometimiento de otro ser humano acaba convirtiéndose en el centro de la vida del agresor, es el referente que le otorga significado primordial a su existencia. Cuando desaparece ese centro, la vida pierde sentido para el torturador. Así lo afirman las distintas conclusiones de los trabajos teóricos realizados por los investigadores. Y los ejemplos aparecen en los informes policiales de todos los días.
En las últimas 48 horas ocurrieron dos femicidios en los cuales los agresores luego de terminar con la vida de las dos mujeres intentaron suicidarse. Uno de ellos lo logró, y el otro está internado.
El primero de los femicidios ocurrió en El Palomar. La víctima es una mujer de 20 años. Fue encontrada sobre la cama de su pareja: a su lado estaba su novio, desvanecido. Había intentado suicidarse pero no lo logró. El hecho ocurrió el sábado a la tarde.
La víctima fue identificada como Ailén Belén Decuzzi . El femicida, como Félix David Balazar. Según el entorno, eran pareja hace un año pero el padre de la víctima aseguró que desconocía que su hija tenía novio.
Ailén Belén Decuzzi tenía 20 años.
La abuela de la joven, Alicia Escobar fue la primera en llamar a la Policía sobre su desaparición. Alicia se preocupó debido a que Ailén había salido de su casa hacia Ramos Mejía, pero dos horas más tarde su celular estaba apagado y dejó varios mensajes sin responder. Entre las 15 y las 20:30, su abuela no supo nada de ella y se asustó.
Debido al relato de la abuela de la víctima, se inició una búsqueda de la joven por Ramos Mejía. Alicia recordó la dirección en la que vivía Balazar, en Paraíso al 600, a dos cuadras del Acceso Oeste, en El Palomar.
La Policía se acercó y con la ayuda de propietario de los departamentos, que entregó un juego de llaves, lograron ingresar.
Ailén estaba sobre la cama con golpes en el rostro. Balazar apenas respiraba y estaba inconsciente. Según trascendió, en la escena del crimen había evidencias de que pelearon con intensidad.
Los investigadores sospechan que el femicida golpeó a Ailén hasta asesinarla y luego intentó suicidarse. No había denuncias previas y esperan tomarle declaración indagatoria a los familiares de Ailén para saber si se registraron otros episodios violentos.
Hasta el momento declaró una allegada a la joven, que confirmó que estaban de novios. También fue indagado el padre de la víctima, que aseguró no estar al tanto de la relación.
OTRO FEMICIDIO: LA MATÓ Y LUEGO SE QUITÓ LA VIDA
Una inspectora de Educación de la localidad bonaerense de Roque Pérez fue encontrada asesinada en una casa de Lobos y todo parece indicar que la mató su concubino, quien luego se suicidó.
La víctima, Silvia Noelia Gemignani, de 56 años, fue hallada por su hija en medio de un charco de sangre. En tanto que la pareja, Edgardo Rodríguez, de 60 años, estaba muerto en una de las habitaciones.
La mujer habría sido asesinada de un mazazo.
Noelia, la hija de Silvia, fue la que descubrió el horror. Su madre llevaba dos días sin responderle los llamados. Por eso la joven viajó desde Isidro Casanova hasta Lobos y con sus llaves accedió a la vivienda.
Paredes y mobiliarios con manchas de sangre fueron el anticipo de lo que iba a descubrir. Silvia estaba tirada en la galería y Edgardo yacía muerto en uno de los dormitorios.
Como los accesos no estaban violentados, no habría faltantes y sí había episodios de violencia de género, los investigadores policiales infieren que se trató de un femicidio seguido de suicidio.
Al lugar acudieron efectivos del Destacamento Comunal Lobos, de la Policía Científica y de la SubDDI Cañuelas. La de autopsia dará más información sobre lo sucedido. Al parecer el hombre mató a su pareja con una masa y luego se suicidó de un disparo.
Como éstos dos casos, se pueden citar otros. Sin ir demasiado en el tiempo, el 27 de noviembre un hombre asesinó a su hijastro, intentó matar a su pareja y luego de permanecer más de ocho horas atrincherado terminó con su vida.
Hay mucho aún para investigar, y volviendo a la teoría, el sentido de la vida de estos agresores consistía en dominar a una mujer, hacerlo día a día. De allí que los expertos sostienen que asesinan por machismo y se suicidan por él. Es una expresión más de la violencia hacia la mujer.
