La Justicia investiga si el anestesista que hirió a golpes a una joven en su departamento de Barrio Norte cometió el ataque durante una convulsión provocada por el exceso de consumo de drogas.
El abogado Ramón Arrigos, defensor de Gerardo Ismael Biliris (27), dijo que esa hipótesis está sujeta a investigación debido a que fue la propia joven, María Eugenia Belén Torres (21), quien al declarar ante la Policía sobre el hecho dijo que el anestesista sufrió una "convulsión y se puso agresivo".
Los dichos de la joven fueron confirmados por su madre, quien contó que su hija también hizo referencia a un estado convulsivo del médico.
Billiris trabajaba como médico en el hospital Militar.
Dudas y más dudas
El abogado y la madre no coincidieron sobre el tipo de relación que mantenían, ya que Arrigos aseguró que se trataba de un vínculo ocasional de sexo y consumo de drogas, mientras que la familia Torres asegura que ella trabajaba para él desde hacía unas semanas.
Los dos confirmaron que la chica y el anestesista se habían conocido por la red social Tinder, una aplicación de teléfonos celulares utilizada para acordar citas sexuales.
"Ella trabajó con él dos o tres semanas. Me comentó que en la casa había una pipa o algo grande, como la de las novelas turcas, y que él tenía cocaína que mezclaba con cenizas de cigarrillo, la calentaba y la fumaba. Ella no es consumidora y si consumió habrá sido en ese momento", expresó la madre de Torres.
El médico en una foto en su lugar de trabajo.
La mujer contó que, según su hija, "este señor empezó a convulsionar y como ve que le salia espuma por la boca lo ayuda a acostarlo en el piso y a ponerlo de costado. Cuando ella se agacha para ayudarlo, él empieza a golpearla, la lastima, la patea y ella entonces empieza a gritar y sale al pasillo gritando auxilio. Los vecinos le salvaron la vida", concluyó la mujer.
El abogado de Biliris se refirió a la posibilidad de que su asistido haya actuado de manera "involuntaria" debido al estado de convulsión que atravesó.
"Él recuerda que empezó a tener una convulsión muy fuerte y no recuerda más nada, no recuerda haberle pegado. No digo que no la haya golpeado, pero para cometer lesiones uno tiene que tener la voluntad de causarlas", dijo.
Y luego se preguntó: "¿Y si él no lo quiso hacer y en ese estado de convulsión le pegó a la chica, la hizo caer, se cayo él encima de ella?".
Arrigos dijo que su cliente sólo recuerda haber recobrado el conocimiento y ver vidrios esparcidos en el piso y sangre, presumiblemente porque se cayeron al suelo y rompieron dos botellas de vidrio finito que se emplean para consumir crack de cocaína.
"Esta chica ha tenido ya un par de encuentros anteriores con él. Lo conoció por una red social de sexo casual como es Tinder, tuvieron dos encuentros muy pacíficos, donde tuvieron sexo, consumieron bebidas y fundamentalmente crack de cocaína ambos. Las dos primeras veces en total normalidad y pasividad y el último día pasó esto", relató el letrado.
Según el defensor, esa noche su cliente fue a comer a la casa de una amiga y Torres se quedó en su departamento a esperarlo, hasta que llegó cerca de las dos.
"Él vuelve como a las dos de la mañana y estuvieron consumiendo cocaína como cinco horas. En un momento él se siente mal y es ella la que declara en comisaria que él entra en estado de convulsiones (...) y en ese momento se producen movimientos involuntarios, donde tira patadas, codazos y posiblemente en el zamarreo de ella para reanimarlo se produjeron golpes", agregó Arrigos.
Lesiones y tenencia
Esta hipótesis del ataque es ahora investigada, junto con otras, por la Justicia que lleva adelante la causa por lesiones y por tenencia de drogas contra el anestesista.
El hecho se registró ayer cerca de las 7:30, cuando a raíz de un llamado al 911 una patrulla de la seccional 23 acudió al edificio situado en Beruti 4543 alertada por vecinos sobre los gritos de auxilio de una mujer.
Al llegar al lugar, la Policía subió al sexto piso del edificio, donde encontró próxima al ascensor a una joven desvanecida, que presentaba lesiones en el rostro y en el cuero cabelludo, por lo que fue internada en el Hospital Rivadavia.
En el departamento del hombre, en tanto, encontraron manchas de sangre y drogas, entre ellas cocaína, marihuana y varias piedras blancas de una sustancia compactada que serán analizadas, pero que los pesquisas presumen que puede ser "paco".
Por orden judicial, el médico fue detenido y su vivienda clausurada quedó bajo consigna policial.