La lentitud con la que avanzó la Justicia de Chaco en los últimos días, con el objetivo de investigar el asesinato de Romina Karban de 30 años, podría llegar a perjudicar la búsqueda del o la responsable de haberla fusilado de cinco balazos por la espalda en su campo familiar, en los alrededores de la localidad de Sáenz Peña. Por las formas de ejecutarla, para los investigadores detrás se encuentra alguien de su círculo íntimo.
El último viernes declaró quien denunció su desaparición, su pareja Ariel Ojeda, de 41 años. El Diario Chaco refirió que en su momento frente a la Justicia dio detalles de dónde estuvo en el momento de los hechos, además de otros detalles íntimos respecto a la relación de la familia de la víctima con él y ella. Además realizaron nuevos peritajes y allanamientos para dar con el arma homicida, una pistola 9 milímetros, y el casco de Karban.
Durante la mañana del 8 de mayo, la víctima fue con su motocicleta a encontrarse con su hermano en el campo familiar. En ese lugar fue que la encontraron fusilada, a pocos metros de su vehículo, y con su mochila con su celular dentro cerca de allí. Por más de que el casco de la moto desapareció, se descartó por completo el móvil del robo. La hipótesis del femicidio sigue presente y es probable que logre cambiar la carátula, en cuanto haya elementos para hacerlo. Es que, tras 15 días, recién ahora se comenzaron los peritajes del teléfono celular de Ojeda, quien en su momento había dicho que se lo habían hackeado. Ahora resta esperar los resultados de las pericias, al igual que las otras que lleva adelante la división de Ciberdelito de la Policía del Chaco, en relación a los teléfonos del entorno de la víctima.
Se sabe que la fiscal del caso, Liliana Lupi, ya recibió algunos de los resultados pedidos, aunque todavía no hubo avances en el caso del celular de la víctima. "Los datos que aporten van a ser determinante para saber quién fue la persona que la llamó esa mañana para que ella salga tan temprano de su casa", aseguró el procurador general de Chaco, Jorge Canteros.
Chaco Sangriento
La investigación que sí avanza con celeridad es la del femicidio de la bibliotecaria Érica Torres de 45 años, quien fue apuñalada 20 veces, tras negarse a ser abusada sexualmente, por Juan "El misionero" Cáceres de 41, quien confesó el crimen tras ser detenido horas después de haber ejecutado a su víctima. Este domingo, un nuevo testigo reveló que tenía la moto del femicida en su casa.
En el operativo que impulsó la fiscal María Gabriela Rafartt Aston dieron con el arma blanca que "El misionero" habría utilizado para terminar con la vida de la docente a la que había llevado en su camioneta F-100. Cáceres fue detenido por la Policía de Chaco sobre la calle 9 de Julio de la localidad charatense de Las Breñas, luego de que constataran que el vehículo con el que circulaba era el mismo que había levantado a la bibliotecaria de las inmediaciones de la estación de servicio donde ella dejó su moto.
La mujer iba rumbo a una escuela rural y su práctica habitual era hacerlo a dedo desde donde dejaba su rodado. Acorralado por los hechos, Cáceres confesó su crimen en un interrogatorio en el cual no hubo mucho espacio para elaborar coartadas. Sus antecedentes de una condena por abuso sexual, de la cual fue liberado en 2020, fueron determinantes para responsabilizarlo.