Cerca de las 20:30 del sábado, el periodista Martín Fabre denunció ante el 911 que en la casa contigua a su domicilio había ruidos, gritos, menores y que sospechaba que había consumo de bebidas alcohólicas y algún tipo de sustancia ilegal. La "pool party" denunciada era la misma donde horas más tarde se conocería un supuesto caso de abuso sexual a una menor.
Sin embargo, las horas fueron pasando y ningún móvil policial acusó recibo del llamado ni acudió al lugar.
La casa fue inspeccionada por las autoridades policiales.
Se trataba de la casona del publicista Ignacio Ramos Marrau, ubicada en la calle Darwin, en Paraná, Entre Ríos, donde un grupo de jóvenes organizó una fiesta a la tarde, donde fueron invitados varios menores de edad, y una denunció haber sido abusada por cuatro jóvenes, entre ellos, el hijo del dueño de casa.
Ahora, a la investigación por la denuncia de abuso se suma otra situación para resolver: ¿Por qué no acudió la Policía? Según fuentes consultadas por BigBang, el dueño de la casa cuenta con "contactos" por sus negocios.
El descargo del periodista que llamó al 911 para denunciar lo que ocurría en la fiesta.
Lo que denunció Fabre al 911 es lo que luego se convirtió en noticia nacional. En la casona se realizaba una "pool party", una fiesta en la pileta. Había invitados menores de edad junto a otros adultos y algunos, incluso, ni se conocían. Una joven de 15 años denunció haber sido acorralada por cuatro jóvenes para intentar tener relaciones sexuales contra su voluntad.
El lunes, Fabre, al enterarse de la denuncia de un intento de abuso llamó nuevamente al 911 y pidió conocer qué había ocurrido con su llamado. No consiguió nada. Luego habló con una autoridad de la Policía, que tampoco le explicó nada al respecto.
"Los ciudadanos estamos indefensos. Pedí prevención y no lo logré. Creo que estamos con un Estado ausente. Como padre y vecino pretendo una sociedad mejor y que todos seamos responsables de nuestros roles y funciones", dijo al diario Análisis Digital.
Padre e hijo. El dueño de la casa y el acusado por acoso.
La abogada querellante, Rosario Romero, pedirá hoy que la Policía suministre la grabación del llamado que recibió el sábado alertando de la situación que se vivía en la casa quinta de Darwin y García Berdier.
"Ya pedí la grabación del 911. Queremos saber qué pasó", dijo Romero, que junto a Santiago Halle se constituyeron en querellantes de la menor de 15 años.
La joven denunció abuso y un intento de violación en la fiesta en la que se celebra el cumpleaños de Bruno Malimberni, un jugador de la reserva de Patronato.
Malimberni y otros tres jóvenes -uno menor de edad- quedaron imputados por el delito de intento de violación, medida que dictó la fiscal Fernanda Ruffatti, del a Unidad de Violencia de Género y Abuso.