09 Enero de 2018 16:44
Luego de cuatro meses de investigación, la policía brasileña develó una escalofriante trama que tuvo como víctimas a dos niños argentinos, cuyos cuerpos desmembrados habían sido hallados en la ciudad de Novo Hamburgo, en el estado de Río Grande do Sul.
Los cuerpos fueron hallados en septiembre del año pasado.
Así, se llegó a la conclusión de que las víctimas fueron asesinadas en el marco de un rito satánico que incluyó actos aberrantes: abuso sexual, tortura, decapitación e incluso canibalismo.
Si bien hasta ahora no se pudo determinar la identidad de los niños, vía análisis de ADN se estableció que son hermanos de padres diferentes, y que la nena tenía entre 11 y 12 años, mientras que la edad del varón sería de 7 u 8. Sus cráneos aún no pudieron ser encontrados.
La puerta del templo satánico donde se realizó el ritual.
Mientras tanto, Fabio Motta Lopes, director del Departamento de la Policía Metropolitana (DPM) de Porto Alegre indicó que “hay elementos” que apuntan a que serían argentinos aunque "es prematuro" aún señalar de qué provincia provienen. Al mismo tiempo, uno de los prófugos por el caso también sería de nuestro país y habría sido el encargado de conseguir a las víctimas del sacrificio.
Cuatro detenidos, una testigo
Hasta ahora, cuatro personas fueron detenidas en relación al caso, incluyendo a Silvio Fernandes Rodrigues, el "brujo" principal de la secta asesina, y a Jair da Silva y Paulo Ademir, quienes le habrían pagado 25 mil reales para encargarle el ritual, que tenía como fin atraer la prosperidad económica en un negocio inmobiliario.
Una capa negra y una máscara de lobo secuestradas en el operativo.
Motta Lopes señaló que el caso se develó en gran parte gracias a los dichos de una testigo clave, que habría presenciado parte del ritual donde fueron asesinados los niños. Así, la mujer recordó que uno de ellos tenía dificultades para caminar, por lo cual se piensa que fue previamente alcoholizado.
En los allanamientos en torno a las detenciones, mientras tanto, se encontró una capa negra y una máscara de lobo que habrían sido utilizadas por el brujo a cargo del macabro culto.
