Hace poco menos de un mes, una decena de jugadoras de fútbol del Club Educación en Misiones denunciaron a su entrenador Héctor Torres, más conocido en el ambiente como "Chino", por agresiones contra ellas que iban desde violencia verbal, comentarios lesbo-odiantes, humillaciones, maltratos y hasta abusos.
El entrenador que estaba en funciones desde hace 37 años, fue denunciado por una jugadora de nombre Macarena hacía 10 años; sin embargo aquella acusación no fue escuchada ni por las autoridades del club, ni por la justicia misionera.
Una década de abusos y maltratos tuvieron que transcurrir afectando a otra decena de jugadoras para que la bomba estalle. Con Úrsula Rodríguez a la cabeza de la institución deportiva, las adolescentes que fueron abusadas en diferentes grados por Torres pudieron denunciar colectivamente cientos de situaciones en las que el entrenador las había afectado.
BigBang habló con Rodríguez, quien contó el detalle de las denuncias, cómo se fue desenvolviendo el caso y ahora cómo seguirá. Incluso, relató que Torres le ofreció hablar entre ellos para "solucionar" las problemáticas y si todo salía bien, el abandonaría el club.
La presidenta cuenta que las chicas viven momentos de tensión máxima porque el entrenador tiene contactos políticos que le generan un manto de impunidad: ¿Es posible que salga en libertad? Es la pregunta que más angustia por estas horas al plantel y a las autoridades del club misionero.
¿Cómo se gestó la denuncia contra Torres?
-Él siempre decía que yo era 'blandita'. Yo estaba enojada porque todo el tiempo estaban en la casa de él y yo les decía 'las chicas tienen que estudiar'. Fueron discusiones que tuve con él, pero como yo no me involucraba tanto porque él ya vino con el plantel armado... Él era él y las chicas, entonces yo no podía ingresar. Yo estoy en todos los grupos de todas las subcomisiones del club con el único técnico era con el de él.
Úrsula cuenta que el plantel no jugó un partido porque estaban "lastimadas" y agrega: "Estaban enyesadas, algunas tenían callos, otras ni siquiera querían ir". Acto seguido, el entrenador "las insulta", según palabras de Rodríguez y se va del grupo.
Es por este motivo y otros que las jugadoras piden una reunión con Rodríguez; al enterarse sobre esto, Torres llama a la presidenta del Club Educación y les advierte: "Mire señora Úrsula me enteré que están por hacer una reunión en mi contra y yo no quiero que usted les crea nada... Usted tiene que estar alerta porque son las chicas que están en amoríos entre ellas y usted sabe que yo eso no lo permito".
El estado de alerta de Úrsula fue máximo pero no se esperaba lo que las jugadoras le iban a contar en esa reunión clave en donde ellas pidieron expresamente que el "Chino" no esté presente. Acta en mano para tomar declaración, la presidenta contó:
- Llega el día de la reunión, nos reunimos, estaban los padres, estaban las niñas y estaban miembro de mi comisión y bueno, empezamos a tomar nota, le dijimos vamos a hacer un acta porque esto es formal.
Cuando empiezan a hablar, lo primero que dijeron fue 'no queremos que esté más el Chino', queremos jugar para usted porque nosotras no tenemos liga.
La presidenta pidió explicaciones y la respuesta fue sorprendente...
-Se quedaron calladas, entonces una mamá pidió que hablen, entonces una de las chicas dice 'yo hace 10 años atrás que comencé con 'Chino' tenía 13 años, primero fue un buen entrenador conmigo, me empezó a ayudar, después ya me empezó a querer tocar, a ofrecerme cosas, a decirme cosas'.
Otra de las chicas contó que tenía que probarse para Boca y ahí ella se quiebra y dice 'el sueño más grande de mi vida, era probarme en Boca', nunca lllegó ese momento por lo que le pasó con el entrenador. Le faltaba una semana y ella le dice 'me voy a bañar', y él intenta abrir la puerta, empieza a golpear la puerta, diciéndole que si él la llevaba a triunfar, él quería 'algo a cambio'. Un vecino golpea la puerta y la jugadora logra escapar. Ella no paraba de llorar mientras hablaba.
Un papá pregunta 'y a vos nunca te dijo nada'. Las chicas empezaron a decir 'A mí también y a mí también y a mí también'. Ahí empezaron a mostrar mensajes, capturas que ellas tenían, que por ejemplo, hablaba de los glúteos de alguna de las chicas, le decía que quería que vaya a vivir con él.
Esta misma persona volvió cuando tenía 16 y contó que lo hacía porque 'veía que él estaba haciendo lo mismo que hacía con ella'. Pero Torres alejaba a sus otras compañeras alegando que ella era 'lesbiana' y que porque ella es lesbiana entonces les 'quiere hablar, le vas va a querer tocar, les va a querer hacer cosas entonces'.
A una niña de 8 años le preguntó cuál era su orientación sexual; la respuesta de la niña desató un comentario perverso de Torres que le dijo 'El día que vos tengas que iniciarte como mujer, tenés que iniciarte con un hombre como yo'.
¿Cómo fue la reacción de la Justicia ante la denuncia? ¿Pudieron hablar con Torres?
- Fuimos a la policía y ahí él (Torres) me llamó porque alguien del grupo le avisó: él hizo un trabajo psicológico terrible con las chicas, inclusive con los padres porque él tenía mucho poder con ellas, ellas temblaban si él decía algo porque él era el que las iba a llevar a Boca, a River, a San Lorenzo... Le temían demasiado.
Yo no quiero estar en contra de la justicia porque sino no acudiría a ella pero ahora él tenía la excarcelación, yo sé que está la firma de la excarcelación. Acá se lo denunció por todas las cosas que hizo porque hay audios, hay medios de prueba en general, pero nadie llamó a las inocentes a preguntarle si era cierto o no... ¿directamente lo sueltan?
Salió lo del Club De Educación -que no fue en el club, fue todo en su casa- y a la semana hubo fuerzas para que otras chicas hablen en otro lugar, con otros profesores y hubo fuerza para que desde la Municipalidad también hablen; o sea, después de nosotros hubo tres casos en tres semanas.
Ante la amenaza de la excarcelación y supuesta prisión domiciliaria ¿Cómo reaccionaron las denunciantes?
-Ese es el gran temor. Él sabe todos los horarios, él tiene armas, es una persona muy violenta. Las chicas empezaron a contar que había mucho maltrato, ofensas por el cuerpo, por su orientación sexual... muchas cosas.
¿Cómo están las jugadoras y cómo está usted con después de más o menos un mes de que se realizó la denuncia?
- Cuando él cayó preso, ellas se liberaron. Las chicas salieron a jugar, estaban súper emocionadas y el tema nuestro era que ellas no caigan que la gente las insulte, porque hay algunos que le defienden (Torres) y entonces estuvimos ahí con ellas, ganaron cuatro a uno. Imagínate la polenta... felices de la vida, aman jugar y son inocentes.
Cuando se enteraron que él iba a salir, cayeron en un bajón bastante feo, pero tenemos dos psicólogas que están trabajando con nosotros y vinieron a hablar con ellas -que también de hecho juegan al fútbol- y les hablaron muy bien y se sintieron más libres.
A algunas, les cuesta mucho muchísimo. De hecho están con otros psicólogos la Municipalidad también nos ofreció un gabinete. Les golpeó mucho.
¿Cómo está usted como presidenta del Club y receptora de la denuncia contra Torres?
- La verdad me siento contenta con el hecho de que las chicas hayan confiado en mí. Me pone muy feliz de haber de que ellas me hayan 'utilizado' para poder sacarse ese dolor adentro.
Por otro lado, me siento triste porque cada vez me entero más cosas de gente que tiene miedo de ir a denunciar de nuevo, porque dice la justicia no hace nada y me da bronca porque si él sale, es otra vez la burla: 'Yo siempre salí parado, a mí me conoce mucha gente'. Eso me da bronca.
¿Miedo? no le tengo para nada, no le tengo miedo a ese infeliz. Pero me da bronca que ellas tengan que estar cuidándose ahora, esa presión me pone loca, me da mucha impotencia eso y no es solo nuestro caso, hay miles de casos que se callan. Lo peor es que es en el tema deportivo, que es lo más paradójico... porque el deporte es sano pero la mugre está adentro.