Javier Marino, el abogado defensor oficial de Cristian "Pity" Álvarez, quien debía comenzar a ser juzgado por el homicidio de Cristian Díaz en 2018 en el barrio de Villa Lugano, pidió su sobreseimiento y que continúe un tratamiento en una clínica psiquiátrica.
El letrado argumentó que en base los peritajes a los que fue sometido, no puede enfrentar un juicio ni comprender la criminalidad de sus actos, ni tampoco existe certeza acerca de que su cuadro sea reversible.
La semana pasada, un informe del Cuerpo Médico Forense (CMF) concluyó que las facultades mentales del músico "no encuadran dentro de los parámetros considerados como normales" y que el estrés de un juicio oral agravaría su condición.
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"El causante no se encuentra en condiciones de estar en juicio", expresa el pedido de Marino reproducido por Télam. El texto también señala que Álvarez "ha sufrido un deterioro cognitivo", "tiene un estado de depresión" y "cuenta en su historial con la profusa ingesta de sustancias tóxicas desde la adolescencia, y por más de 35 años, con el deterioro que ello le hubiere causado a su organismo".
El abogado remarcó que el músico además "no cuenta con la capacidad necesaria como para comprender el alcance de los actos que se le imputan".
Con esa base, para el defensor debe dictarse el sobreseimiento "por falta de capacidad de culpabilidad", ya que el acusado "no estaba disponible para el llamado de atención de la norma" y consideró que sostener el encierro constituye "un trato cruel e inhumano, convencional y constitucionalmente prohibido".
"En estas condiciones no puede dejarse al causante privado de la libertad sin posibilidad de tener juicio, y con su estado mental y situación de salud deteriorándose progresivamente", agregó recordando que en julio Álvarez cumplirá el plazo máximo de tres años estipulado por ley para una prisión preventiva.
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En ese sentido, Marino sostuvo que "debe seguirse un temperamento humanitario” y subrayó que el ex líder de Viejas Locas e Intoxicados "no tiene posibilidad de ser juzgado, pero tampoco existe certeza en punto a que el cuadro pueda ser reversible, menos aún el tiempo para ello". Por eso pidió que la justicia civil determine, de ser necesario, "una internación en una institución que asegure un tratamiento interdisciplinario".
El abogado además explicó que Cristina Congiú, la madre de Álvarez, se comprometió a ofrecer su ayuda y sugirió internar a su hijo en la clínica Dharma del barrio porteño de Boedo. Actualmtente, se encuentra alojado en el Programa Interministerial de Salud Mental Argentino (Prisma) del penal de Ezeiza.