A 20 días de la desaparición de Anahí Benítez, la joven brutalmente asesinada, el primer detenido por el crimen de la joven, Marcos Esteban Bazán, asegura que la policía lo amenazó de muerte para declararse culpable. Así lo consignó su abogado, Lucio de la Rosa, quien explicó que su defendido sufrió amenazas e intimidades por parte de personal policial de la UFI Avellaneda-Lanús.
El letrado presentó él mismo la denuncia en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 1 de Avellaneda, a cargo de la fiscal María Alejandra Olmos Coronel.
Nuevos hallazgos dan un giro a la investigación del caso Anahí.
De la Rosa reveló que se reunió con Bazán en la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) Lanús-Avellaneda, con sede en Wilde, y su defendido le relató que una serie de efectivos lo llevaron a un despacho en donde lo "intimidaron y amenazaron" para que se "hiciera cargo" del crimen de Anahí. "Le dijeron que aporte datos para la investigación y que renuncie a que yo lo defienda", explicó el abogado.
Bazán dijo que lo amenazaron en la cárcel.
Lo cierto es que hoy Bazán declarará con detalles sobre lo ocurrido sobre el policía. “Voy a pedir que la denuncia se incorpore al expediente por el homicidio y que la aparte a la Policía bonaerense de la investigación”, agregó De la Rosa.
Los últimos datos que se sumaron a la investigación implican un giro que ahora tiene en la mira a otro personaje: el hombre que tenía en su domicilio el celular de Anahí. La propiedad se encuentra a pocas cuadras de la reserva donde fue hallado a principios de mes el cuerpo sin vida de la adolescente. El rastro culminó con la detención de un hombre de 40 años acusado de encubrimiento agravado.
La propiedad donde fue hallado el celular de Anahí.
Se trata de Marcelo Gabriel Villalba, de 40 años, soltero y desocupado, con domicilio en calle Oliden al 1200 de Lomas de Zamora, a unas 15 cuadras del parque natural Santa Catalina, donde se encontró el cuerpo de Anahí el 4 de agosto pasado.
¿Cómo llegó el teléfono al nuevo sospechoso?
El IMEI, un código que identifica cada equipo celular a nivel mundial, se activó cuando se le colocó un nuevo chip al teléfono que era de Anahí. En rigor, este aparato emitió una señal que posibilitó a los investigadores dirigirse hacia la calle Jorge y Madrid de Lomas de Zamora, a unas cinco cuadras de la reserva donde encontraron el cuerpo de la menor el 4 de agosto pasado.
En esa vivienda, propiedad de Miguel Villalba, padre del implicado, es donde se realizó el primer allanamiento. Allí las autoridades encontraron al dueño de casa junto a su ex nuera de 36 años y a sus dos nietos, uno de los cuales tenía el celular de Anahí en su poder.
A partir del testimonio del joven de 16 años, que dijo que el teléfono se lo había regalado su papá, se reactivó la investigación y que motivó cuatro nuevos allanamiento este mismo miércoles.