Las pruebas de ADN dieron positivo para dos de los seis detenidos con prisión preventiva por el caso de la joven que fue abusada por un grupo de varones en el barrio porteño de Palermo en febrero pasado.
Los perfiles genéticos hallados en la ropa interior y en el cuerpo de la víctima corresponden a Lautaro Ciongo Pasotti, de 24 años, y a Ángel Pascual Ramos, de 23, según lo que informó a Télam el abogado de la joven, Hugo Figueroa.
Así, queda confirmado que ambos mantuvieron relaciones con la víctima dentro del Volkswagen Gol. De este modo, es probable que el fiscal Eduardo Rosende, a cargo de la Fiscalía Criminal y Correccional 48, pida elevar la causa a juicio.
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Según indicó el juez en lo Criminal y Correccional 21, Marcos Fernández, los imputados “actuaron en base a un plan previo con división de tareas, lo que permite atribuirles la totalidad de la obra común, más allá de que alguno de los ellos no hubiera realizado de propia mano la conducta”, en relación a que si bien dos fueron los varones que la violaron, el resto hizo posible que eso sucediera.
La defensa de los "otros" detenidos y la exigencia
Los otros cuatro deben quedar inmediatamente en libertad”. El abogado Jorge Alfonso, quien representa al detenido Thomas Fabián Domínguez, reaccionó así al resultado del peritaje de ADN al que fue sometida la víctima, que dio positivo para otros dos acusados, Lautaro Ciongo Pasotti y a Ángel Pascual Ramos.El resultado del análisis fue anunciado por el abogado de la joven, Hugo Figueroa, y confirmado hoy por Alfonso, quien interpretó que esa prueba “echa por tierra lo que habían sostenido el juez de primera instancia y la Cámara”.
“Es un absurdo jurídico sostener que había un plan previo y división de roles. No se puede meter en la misma bolsa a los seis, con una misma calificación, cuando está demostrada la responsabilidad penal de cada uno y claramente se sabe quiénes fueron los presuntos responsables del delito que se les imputa”, sentenció.
La joven de 21 años que denunció haber sido abusada sexualmente en cercanías de la Plaza Serrano, en el barrio porteño de Palermo, es querellante en la causa que está encaminada hacia el juicio oral y público que, probablemente, se celebre antes de fin de año.
En rigor, el ADN positivo es un elemento más de prueba, pero nunca estuvo en discusión en el expediente que en el interior del vehículo estacionado en plena calle se hubieran desarrollado prácticas sexuales.
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La joven denunció que fue violada aprovechándose de su estado de vulnerabilidad, mientras que los acusados sostienen que los actos sexuales fueron consentidos.
“Desde el primer día sostengo que los únicos que van a quedar comprometidos son Ciongo y Ramos, pero el resto se tiene que quedar automáticamente en libertad porque no tienen nada que ver en el abuso”, insistió Alfonso.