Este lunes comenzó el juicio contra Daniel Oyarzún, el carnicero oriundo de Zárate que atropelló y mató hace dos años a un ladrón que entró a robar en su negocio.
El comerciante está acusado de haber atropellado intencionalmente a Brian González, y en su declaración ante los 12 jurados dijo que los "delincuentes no sirven" y que "hay que meterlos en una bolsa y tirarlos a la basura". También se le sumó la reciente declaración de una perito, quien aseguró que Oyarzún era consciente al momento de matar al delincuente.
Daniel Oyarzún está acusado de haber atropellado intencionalmente a un ladrón que le robó en su carnicería.
En la primera jornada del juicio declararon sólo dos personas: la hermana de Brian González, Paola, y el propio acusado. En su descargo, la joven remarcó que su hermano "no se merecía morir de esa manera", porque "Brian estudiaba, vivía para su hijo y no era ningún delincuente".
Lo que se sabe hasta el momento, y lo que creen los investigadores que tienen a cargo el caso, es que la víctima manejaba la moto con la que el otro acusado de haber robado la plata huyó.
Al ver que ambos se escaparon con el dinero, Oyarzún se subió a su vehículo y siguió a los delincuentes, hasta que los chocó contra un semáforo, y ahí González perdió la vida, mientras que su cómplice Marcos Altaño escapó.
Los investigadores consideran que dos delincuentes ingresaron a la carnicería para robar dinero y luego huyeron.
A raíz de esto, la hermana del fallecido sostuvo en el juicio que no sabía que Brian González era amigo de Altaño, y entre lágrimas contó que el joven no tenía antecedentes por robo.
En medio de un clima tenso, finalmente el carnicero pidió hablar, y durante los primeros minutos reveló su versión de los hechos. Sin embargo, a medida que avanzaba en el tema su relato empezó a quebrarse, y hasta dejó en claro que la muerte de González es un peso que no puede sacarse de encima.
"Mi viejo nunca me enseñó a robar. Estaba ahí y estos entraron a joderme la vida. Tenía un arma, estaba nervioso, iba dispuesto a matar. Le dije a mi cuñada que le diera la plata. Ya la tenía pero igual tiró. Estoy vivo porque el disparo fue a la máquina de cortar la carne, sino yo estaría muerto", contó sobre el día del robo.
Daniel Oyarzún dijo que a los delincuentes hay que tirarlos a la basura.
Además, dijo que los delincuentes "no sirven" y que hay que "ponerlos a todos en una bolsa y tirarlos a la basura". "Si me condenan acá, me van a condenar con la frente en alto, como un trabajador y un padre de familia, nunca como un delincuente", cerró en una crisis de llanto que desembocó a que la audiencia fuera suspendida.
Finalmente, este martes el proceso se reanudó, y la declaración de un perito complicó al acusado, ya que la psiquiatra Roxana Lugarini comentó ante el jurado que Oyarzún se había arrepentido de lo que había hecho, pero que de todos modos estaba consciente al momento de haber seguido a los delincuentes.
El jueves el jurado define si el carnicero es condenado.
"Lo vi en un estado anímico angustioso, con sentimiento de arrepentimiento por la situación que estaba viviendo. Aunque actuó en plena plena conciencia", aseguró.
El juicio tendrá su final el jueves, y hasta ese momento la fiscalía intentará convencer al jurado de que Daniel Oyarzún actuó con exceso en legítima defensa, mientras que la querella insistirá con que se trató de un homicidio simple y que el carnicero tuvo intención de matar.
Por su parte, la defensa asegurará hasta el último momento que el acusado es inocente, aunque la decisión final estará en manos de los 12 jurados.