El pasado domingo, la libertad se terminó para Luis Iribarren, quien fue capturado en Villa Atamisqui, a 1100 kilómetros del penal de Olmos, tras una investigación de la División Búsqueda de Prófugos de la Policía Federal. El hombre se encuentra condenado a prisión perpetua por matar a su familia, sin embargo en redes sociales mostraba otra parte de su vida.
El conocido como "El carnicero de Giles" se encontraba hace 28 años en la cárcel tras asesinar a sangre fría. Pese a su condena, tenía el beneficio de salir transitoriamente para estudiar en la Universidad Nacional de La Plata, donde se encontraba cursando un curso de extensión en la Facultad de Ciencias Económicas. Sin embargo, el día jueves no regresó a la Unidad 26 e inició una exhaustiva búsqueda.
El prófugo viajó desde Buenos Aires en un Peugeot 504, según testigos fue visto manejando por una ruta de Santa Fe. Por lo que rápidamente el personal una brigada de la PFA montó un operativo que terminó con su captura. Además, la Policía dirigió una guardia de 24 horas para custodiar a su ex mujer y sus hijos mellizos. Luego, se lo encontró en Santiago del Estero mientras paseaba a una perra, que ya tenía en prisión.
Iribarren, desde la cárcel, realizó su vida como cualquier otra persona. Activó en redes sociales, preguntó a seguidores de TikTok: "¿Descuartizar un cuerpo humano es delito en Argentina? Si estaba con vida, sí. Si ya era un cadáver, no". Tras su huida, los videos tardaron muy poco en hacerse virales y generar controversia en los oficiales.
Por cámaras de seguridad de la ciudad, de distintos comercios y el GPS del celular que le habían autorizado en el penal, la Policía logró dar con su paradero. Al ser capturado, no demostró resistencia, sino todo lo contrario. Sin presión, lanzó cuál era su plan inicial: "Quiero ser tiktoker, quiero ser famoso", confesó tras admitir que tenía pensado seguir viaje hasta Paraguay.
Lejos de cumplir todo aquello, el asesino estará preso en un calabozo mientras se abre una nueva investigación en su causa. Y es que, se busca establecer por qué el Juzgado de Ejecución Penal N° 1 de Mercedes no sólo autorizó las salidas transitorias, sino que además no lo custodió cuanto este salía a estudiar.
Patricia Bullrich, ministra de Seguridad Nacional twitteó al respecto: "Este peligrosísimo asesino había asesinado a sus padres y a sus dos hermanos menores de edad de un escopetazo mientras dormían, y a su tía de un hachazo. Ley y orden. La sociedad libre y no presa de estos monstruos. Ahora va a seguir pagando por todo lo que hizo".
Los crímenes
La historia se remonta al año 1986 cuando Iribarren asesinó a sus padres y sus hermanos. En primer lugar, le quitó la vida a su mamá, papá y hermana. Luego salió de la vivienda a fumar y al regresar continuó con su hermano. Este crimen lo realizó cuando apenas tenía 21 años: "Los maté porque les tenía bronca", confesó en aquel momento.
Luego de cometer los delitos, enterró los cuerpos en una fosa a 40 metros de la casa de campo donde vivían, en el lugar donde antes había un chiquero, en el paraje Tuyutí, a unos 30 kilómetros de San Andrés de Giles, de allí su apodo "El carnicero de Giles".
Como si cuatro vidas arrebatadas le significaron poco, en el año 1995 mató a su tía Alcira de 63 años. "La maté para acabar con su dolor", sostuvo. Este cuerpo no llegó a ser enterrado, ya que un vecino llamó a la policía.