La última vez que se vio en la ciudad de Resistencia (Chaco) a Cecilia Strzyzowski fue el 2 de junio de 2023 a las 9.16. En ese momento, estaba acompañada por su marido Cesar Sena y ambos ingresaban a la casa de sus suegros (los padres de él) en la calle Santa María de Oro 1460 de esa ciudad. Desde ese momento, nada más se supo de la joven.
Con desesperación, su madre Gloria Romero empezó una búsqueda incansable de su hija para la cual, la actuación de los organismos del Estado chaqueño fue ineluctable. La Secretaría de Derechos Humanos y Géneros intervino inmediatamente como querellante de la causa y se pudo avanzar rápidamente con investigaciones sobre el caso-
De hecho, solicitó a la Fiscalía el acceso al expediente judicial; pidió a la Justicia que en la investigación se evalúe como hipótesis el posible femicidio de Cecilia y se puso en conocimiento del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades de la Nación, con el objetivo de que la familia de Cecilia acceda al acompañamiento nacional y provincial necesario en el contexto de búsqueda. La petición principal fue que se trate el caso con perspectiva de género.
Una semana después de la desaparición de Cecilia, se realizaron allanamientos en la casa de los padres de César Sena y se secuestraron medios de prueba como autos, dinero y documentación. A partir de ahí, se pidió la detención de César y Emerenciano Sena, Marcela Acuña y Fabiana González. Mientras tanto, las autoridades provinciales recibían a los familiares de Cecilia para brindarles acompañamiento desde un sistema integral para casos de víctimas por violencia de género.
El domingo 11 de junio siguieron los allanamientos con posteriores detenciones en Resistencia de otros tres implicados: Gustavo Melgrarejo, Griselda Reynoso, Gustavo Obregón. El 12 de junio la coordinadora de Litigios Estratégicos de la Secretaría de Derechos Humanos y Géneros (DDHyG), Nahir Barud recibía la aceptación de la querella por parte de la familia de Cecilia.
Desde ese momento se solicitó que los implicados estuvieran incomunicados para resguardar la causa de cualquier entorpecimiento hasta el día del juicio. El 14 de junio, Barud pidió que los siete implicados tuvieran prisión preventiva hasta el día del juicio. Mientras tanto, se ponían consignas policiales a la familia de Cecilia para prevenir ataques o amenazas.
Paralelamente, el Ministerio de Seguridad de la Nación ofrecía una recompensa de 5 millones de pesos para quien aporte datos sobre la causa. El caso de Cecilia todavía tiene muchas aristas y hay largo camino por recorrer. Como el presunto femicidio fue días antes de las elecciones primarias y la familia Sena pertenece al peronismo, algunos candidatos usaron la causa políticamente. Sin embargo, el Estado estuvo siempre presente.
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Pero... ¿Cómo está la causa ahora? Las precisiones las tiene la letrada Barud que en diálogo con BigBang dio más detalles, reflexionando sobre el avance de los discursos de odio y la ultraderecha en Chaco. Además, respondió la pregunta del millón: ¿Es necesaria una Reforma Judicial Transfeminista en Argentina?
¿Qué precisiones nos podés acercar sobre el caso de Cecilia. Hay riesgos de que la investigación se pueda entorpecer?
- Las prisiones preventivas ahora están radicadas en el Superior Tribunal de Justicia a raíz de los recursos de Casación interpuestos por la defensa César Sena y las defensas de los cuatro imputados por encubrimientos o sea, Gustavo Obregón, Fabián González, Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso.
Este 20 de octubre se nos vence a las partes el plazo para presentar los memoriales, es decir las contestaciones a estos recursos de interpuestos. Lo que se hace es en este caso es echar por tierra o contrarrestar los argumentos vertidos en los recursos de Casación. Desde la querella de la Secretaría de Derechos Humanos y Géneros, estamos trabajando para presentar la mañana a primera hora.
Siempre hay un riesgo de entorpecimiento y por eso sostenemos la necesariedad de las prisiones preventivas como así también que aún no puedan estar comunicados César Sena con el Emerenciano Sena y Marcela Acuña.
Si bien hay derechos constitucionales y convencionales de las personas privadas de libertad -los cuales efectivamente apoyo como abogada y como defensora un Estado de Derecho- también siempre debe estarse a ciertas excepciones como en el caso en particular para evitar todo tipo de entorpecimiento y estupor que es lo que determina generando esta causa cada vez que sucede algo. Por eso sostenemos que todavía no es el momento para estos encuentros para simplemente evitar todo entorpecimiento.
Es por esto que para nosotros es urgente el rendimiento de elevación a juicio para salvaguardar todas las garantías constitucionales y también que la familia de Cecilia pueda acceder a una Justicia rápida y eficaz.
Eficaz, está siendo ya que se está realizando todo de una manera impecable, pero no debe de ninguna manera dejarse estar la causa o estancarse. Entiendo que faltan aún algunos informes y con posterioridad a esos informes restará finalizar la pieza acusatoria del requerimiento de elevación a juicio, luego de eso respectivamente vendrán las oposiciones o las apelaciones que podría interponer las defensas y luego de ellos ya podría quedar firme la elevación a juicio. Espero que para fin de año, pero yo no puedo manejar los tiempos del equipo fiscal especial.
Como trabajadora del Estado y sabiendo que acompañas otros casos de violencia de género: ¿Cómo es trabajar en la Justicia con el avance de la ultraderecha y los discursos de odio?
- Ya estoy próxima a dejar de trabajar para el Estado, ya que el 10 de diciembre termina esta gestión y asume una nueva gestión que todavía no se ha expedido sobre qué hará con las causas de violencias por motivos de géneros que llevamos adelante desde la Secretaría de Derechos Humanos y Géneros.
Nosotros actualmente de la Dirección de Litigios Estratégicos dependiente de esta Secretaría tenemos 58 querellas. Además de esas también tenemos más de 8.000 víctimas cargadas con acompañamiento psicológico, psiquiátrico y jurídico de violencias por motivos de género, mayoritariamente psicológica económica y física.
Entonces cualquier avance que pueda llegar a coartar todo eso en lo que hemos trabajado durante estos cuatro años en el caso provincial, y también a nivel nacional con la creación del Ministerio de géneros y diversidades, significa un riesgo porque ningún derecho está adquirido y queda por siempre, sino que quienes luchamos por el acceso a determinados Derechos sabemos que es una lucha constante y permanente.
Cada vez que estamos por bajar la guardia, aparece un movimiento de ultraderecha a querer quitarnos lo que tanto nos costó conseguir. Tengo miedo, no por mí solamente, sino por las personas especialmente en condiciones de vulnerabilidad y especialmente por aquellas personas que creen que votando y acompañando a la ultraderecha y a los discursos de odio, meramente opositores va a haber un cambio para mejor.
Lo único que hacen es evidenciar que no nos ha servido de nada toda la historia por la que hemos atravesado... no solamente durante la Dictadura, sino también durante los 2000.
¿Pensás que en Argentina es necesaria una Reforma Judicial Transfeminista?
- En cuanto a la Reforma Judicial Transfeminista absolutamente de acuerdo. Hoy estamos más que nunca necesitando eso, pero también en un momento en el que efectivamente corre riesgo, hasta el mismísimo acceso a la Justicia a cualquier ciudadano porque si se plantea la reducción del Estado de la privatización de servicios, nos vamos a encontrar en un Estado reducido, con un Estado que no pueda asegurar los derechos a ninguna persona.
Nuevamente parece alejarse la Reforma Judicial Feminista de como un tema de discusión como avance de derechos y de garantías que tenemos establecidas, no solamente constitucionalmente sino a nivel internacional y que nos han posicionado también en su momento como un país garantista en Derechos Humanos, no solamente hacia las mujeres sino también hacia las diversidades y también hacia todos los sectores menos favorecidos de la población.
Creo que es sumamente urgente una reforma judicial, no solamente a nivel nacional, sino también a nivel provincial. Si bien hemos podido avanzar en el diálogo a nivel local con el Poder Judicial en cuestiones de géneros (sobre todo en el sistema penal porque en los otros fueros vienen un poquito más complicada) creo que con una Reforma en el proceso en sí mismo, en una reforma en lo funcionarios y trabajadores del Poder Judicial cada vez se hace más necesaria pero cada vez también parece un poco más distante.