Mientras el Ministerio del Interior de Paraguay difundió fotografías y nombres de nueve de los detenidos por el megaasalto a la sede de Prosegur en Ciudad del Este, el canal brasileño Globo ya identifica al presunto cabecilla del golpe.
"Zequinha", el supuesto cabecilla de la banda criminal.
La mente criminal en cuestión es Luciano Castro de Oliveira, alias "Zequinha", prófugo de la justicia brasileña y con una condena a 50 años de prisión por robos reiterados aún pendiente.
Primero en la lista de los criminales más buscados del estado de São Paulo, Oliveira es también miembro de la plana mayor del Primer Comando Capital, la organización narco más grande de Brasil y ya tiene orden de captura por el hecho ocurrido en Paraguay.
De acuerdo a los investigadores del robo a la sede de Prosegur, los responsables son originarios de los estados brasileños de Paraná, Rio de Janeiro y São Paulo. Además, algunas de las patentes de los autos utilizados para el asalto comando son provenientes de esta última región.
"Ya han sucedido hechos similares en Brasil", le relató a Globo el delegado de la Policía Federal brasileña Fabiano Bordignon. "En el interior de São Paulo hermos tenido ataques a empresas de protección de valores con grupos fuertemente armados. El modus operandi de lo que pasó en Paraguay es muy parecido a lo que ha pasado en Brasil, lo que nos lleva a creer que la cuadrilla está en gran parte capitaneada por brasileños".
El "código de honor" de la banda criminal
El Primer Comando Capital, cartel al que se atribuye la autoría del asalto en Paraguay, tiene una especie de "estatuto" que deja bien en claro que una de sus metas es consolidarse "a nivel estatal y, a medio a largo plazo, a nivel nacional".
"Conocemos nuestra fuerza y la fuerza de nuestros enemigos poderosos, pero estamos preparados y unidos. Y un pueblo unido jamás será vencido", agrega el texto fundacional.
El estatuto también señala que el grupo no admite "mentiras, traición, calumnia, egoísmo e intereses personales" entre sus miembros, e incita "a la verdad, la fidelidad, la hombría, la solidaridad y el bien común".
Además, establece que su fin último es tanto desactivar la Casa de Custodia y Tratamento de Taubaté -la prisión donde nació el Primer Comando Capital- como unir a los presos de todos los establecimientos penales del estado en "una guerra sin tregua y sin fronteras hasta la victoria final".