por Daniel Riera
15 Noviembre de 2016 15:25Desde que el cadáver de Nicolás Silva fuera hallado este domingo, precisamente en el último lugar que visitó antes de desaparecer, cunden las dudas en la opinión pública, en el periodismo y en la familia del joven fallecido. En otras palabras, lo último que hizo Nicolás fue llevar 70 mil pesos (algunas versiones hablan de 70 mil dólares: nunca lo sabremos y la Justicia no lo sabe a ciencia cierta) a un departamento. Lo sabía la policía, lo sabían los investigadores. 45 días después, su cuerpo apareció, precisamente, en ese departamento. Sólo un idiota mataría a alguien en su propia casa para robarle dinero y, para colmo, dejaría el cuerpo allí. Sin embargo, todo parece indicar que así sucedieron las cosas. ¿Por qué tardó tanto en resolverse un caso tan tosco? Bueno, por eso mismo. Y porque había varias, demasiadas líneas de investigación.
La última imagen de Nicolás Silva, captada por cámaras de seguridad.
Veamos. Lo que se sabe es que Pablo Reyes era un vigilador privado que no tenía ninguna clase de antecedentes penales, y que Nicolás se dirigió a su casa con 70 mil pesos. Cuarenta y cinco días después, el cadáver de Nicolás apareció allí mismo. Y apareció sólo porque la esposa de Reyes, Brenda Blanco Rolón, se quebró y llamó a la policía para decir que había olor feo en su casa. Como si nunca hubiera abierto el placar en 40 días. Para cuando Blanco Rolón se quebró -y quedó detenida- Reyes ya estaba prófugo, aunque no su padre, Antonio Reyes, que fue inmediatamente detenido.
Pablo Reyes, el vigilador prófugo por el homicidio de Nicolás Silva.
La policía había visitado el departamento de Reyes al menos tres veces: el vigilador los hizo pasar, los escuchó, acaso les presentó a sus hijos. Entre Reyes y su esposa tienen cuatro: una hija de él, de 16 años, un hijo de ella, de 7; un hijo de tres años y otro de ¡¡siete meses!! de ambos. Esa enorme familia ensamblada convivió un mes y medio con un cadáver. ¿Estuvieron los restos de Nicolás allí, prácticamente desde el momento del homicidio? ¿Y qué pasa con la hija de 16 años de él? ¿Cómo puede ocultársele un cadáver a un adolescente? Hasta el momento no hay otra hipótesis. Los investigadores están seguros de que, al menos, el cuerpo de Nicolás no salió del edificio de la calle Venezuela.
Los investigadores relacionan a Nicolás con la barra brava de Defensores de Belgrano.
Fuentes de la investigación explican las razones de su desconcierto: las líneas de trabajo eran muchas. Demasiadas. Hablamos de una financiera conocida en la city como "la financiera de la 12", por sus vínculos con la barra brava de Boca. Hablamos de un muchacho que integraba la barra brava de Defensores de Belgrano y que había trabajado como "trapito" en las inmediaciones del Monumental, a instancias de la barra brava de River. Hablamos del parentesco de la esposa de Nicolás con Loquillo Rodríguez, ex jefe de la barra brava de Independiente hasta que perdió la interna con Bebote Álvarez. Tenemos, así como así, cuatro barras bravas dando vueltas. Y tenemos, además, compras "non sanctas" de la víctima en la villa Zabaleta.
Nicolás, con su madre Marcela Neira.
Los investigadores ni siquiera estaban seguros de que se tratara de un homicidio y no descartaron jamás la posibilidad de que Nicolás se hubiera hecho humo con 70 mil pesos. Tenían el escenario del crimen y el móvil frente a sus ojos y no lo vieron, pese a haberlo investigado, porque todo parecía demasiado obvio para ser cierto. Y, probablemente, la presencia de cuatro chicos en el 4to A de Venezuela 1218 relajó la vigilancia.
El viernes pasado, para colmo, una extraña aparición complicó aún más las cosas. Tal como publicó BigBang en exclusiva, una mujer pretendió estafar a Marcela Neira desde México, informándole que su hijo estaba gravísimo en un hospital y que podía articular su traslado a Buenos Aires a cambio de 800 dólares "para gastos" y de que la señora Neira les enviara el pasaporte de Nicolás, so pretexto de facilitar los trámites legales. Dos días después apareció el cadáver de Nicolás. ¿Casualidad macabra? Los investigadores sostienen que sí, que no surgen a primera vista vínculos entre un hecho y el otro.