10 Noviembre de 2023 17:46
Hace casi cuatro años una imagen paralizaba a toda la población Argentina y ahora, con todo ese tiempo atravesado y con la muestra de todas aquellas personas que sufrieron y que se indignaron por el hecho, se vuelve a repetir la historia, pero con otra víctima. En enero del 2020 a Fernando Báez Sosa lo asesinaron en la puerta de un boliche ubicado en Villa Gesell y, como si el tiempo no hubiese pasado, el ataque a Lautaro Alvaredo volvió a instalar en la agenda la violencia a la que están expuestos los jóvenes en la noche.
El sábado a la noche la vida de la familia Alvaredo cambió para siempre. En la localidad bonaerense de Laferrere, el joven adolescente fue a un boliche a disfrutar el rato con los amigos pero nunca más regresó a su casa. En ese mismo lugar, se topó con cuatro chicos que creyeron tener más poder de decisión sobre la vida y a sangre fría, en base a muchos golpes y patadas, lo dejaron con muerte cerebral.
Hasta el momento, el autor de la patada que le provocó la muerte cerebral, identificado como Ian Agustín Noguera Galeano, de 19 años, se encuentra prófugo y siendo buscado por la Policía. Tras allanarle el domicilio, la madre les confirmó a los encargados de la investigación que el joven está desaparecido junto a su padre, Rodrigo Antonio Alberto Noguera, desde el momento en que se enteraron de lo que había ocurrido.
El jueves por la tarde, se informó el último parte médico de Alvaredo, que consta de "esperanzas" y de "los tiempos de Dios" para que el joven de 19 años pueda salir adelante. Fue Silvio Ortuondo, auditor de la clínica en Moreno quien dio a conocer los últimos detalles del estado de salud del joven: "Si bien tiene muerte cerebral, esperamos que el chico salga adelante".
Además, el doctor anunció que por el momento la familia no autorizó a que el INCUCAI haga el procedimiento para la donación de órganos por lo que "seguiremos esperando a que el chico pueda salir". Y remarcó: "La realidad es que el joven no ha tenido evolución. Cuando llegó al establecimiento tuvo un paro y se lo reanimó e intubó. Ahora la decisión los tienen los padres".
Una de las personas que más empatizó con lo que sucedió fue justamente Graciela Sosa, la mamá de Fernando. Es que ambos chicos sufrieron lo mismo: a la misma edad, una patota de jóvenes los atrapó a la salida de un boliche por un inconveniente dentro del mismo y los atacaron hasta dejarlos inconscientes o sin vida.
Es un caso que le toca de cerca a la familia de Fernando. Por eso, Graciela hizo un posteo en su cuenta de Instagram pidiendo que por favor se rece por la vida de Alvaredo, que sólo un milagro podría hacer que continúe con vida.
Con una de las fotos que más están circulando de la víctima, Graciela utilizó su perfil para publicar una historia con un contundente pedido hacia todos sus seguidores: "Oramos. Pedimos cadena de oración por la recuperación de Lauti. Todos en una sola voz".