27 Febrero de 2023 10:47
En el colegio, se sabía. Las gemelxs argentinas Alana y Leila Lima, que decidieron quitarse la vida en Sallent, Barcelona, tirándose hace una semana desde el balcón de su casa, sufrían un calvario. Una amiga de ellas, contó con especificidad que el bullying ocurría solo por “ser argentinas” y porque una de ellas se autopercibía varón.
El sábado se realizó el velatorio con parientes, entre ellos los abuelos, que viajaron desde Argentina y el domingo se celebró una misa en la intimidad de la familia y los allegados para velar a Alana (Iván), que lamentablemente falleció en el acto. Los padres de las gemelas de 12 años anunciaron que desean llevar las cenizas de su hija a la Argentina, en cuanto Leila reciba el alta. A casi una semana, la menor se encuentra estabilizada en el hospital Parc Taulí de Sabadell.
"Se reían de ellas por su acento": dos gemelas sufrían bullying por ser argentinas y se tiraron de un tercer piso
"Desde que vinieron empezaron a decirles cosas. Porque eran argentinas les decían todo el tiempo que se volvieran a su país. Cuando se cortó el pelo una de ellas la empezaron a molestar con cosas sobre su sexualidad", describió la amiga del Instituto Llobregat de Sallent, la ciudad donde vivían en Cataluña en diálogo con el medio local El Caso. De esta manera, confirmó que la situación "se agravó" cuando comenzó a ponerse ropa de varón e identificarse como "Iván".
Además, aseguró: "Las acosaban, las rodeaban, les pegaban y les decían cosas". "Un grupo numeroso las acosaba, instigado sobre todo por tres chavales que las llamaban 'las argentinas' y se reían de ellas por el acento y la identidad sexual de Alana", explicó la compañera que se animó a brindar declaraciones a los medios locales tras el suceso.
La amiga criticó que los profesores, que eran testigos presenciales de los hechos, muchas veces "culpaban a las gemelas por defenderse y eran ellas las que terminaban castigadas". Según detalló, recordó una oportunidad en la que se encontraban en el recreo: “Vi un círculo de personas alrededor de las chicas, pegándoles e insultándolas. Cuando intenté ayudarlas, mis compañeros no me dejaron pasar”.
Su primo, Kevin, confirmó la teoría de la amiga de que había un grupo que se reía de ellas por su acento y lamentó la situación: "Eran dos niñas muy buenas que no se metían con nadie, pero había un grupo que se reía de ellas por su acento. Dos criaturas hermosas y pequeñas que no habían aprendido todavía a vivir y que siempre estaban sonriendo".
Más allá de lo este grupo identificado como los agresores, otros compañeros de colegio de las niñas que se tiraron desde un tercer piso, escribieron frases muy amorosas donde recordaron a Alana y también dibujaron corazones y mensajes de aliento para Leila.
“Quiero estar en tu casa”: el llamado de una de las gemelas a su abuelo antes de quitarse la vida
El sábado por la mañana, cuando se estaba por realizar el velatorio de Alana, ya que los padres aseguraron que ellos no sabían nada de que ella se autopercibía como Iván, el altar que se levantó en homenaje a las hermanas había sido vandalizado. Tenía pintadas con spray negro y las frases "Ayuntamiento corruptos" y "okupas", en relación a la supuesta situación económica de la familia de las pequeñas. Pero, en horas de la tarde, las pintadas ya habían sido borradas.
Según La Vanguardia, todos los trámites relacionados con el funeral identificaron a la víctima como Alana y en femenino. No por mostrarse en contra del proceso que su hija había confiado a su hermana y a las amigas de más confianza, sino porque “ellos no tenían conocimiento de esa voluntad y solo lo saben por referencias”.
Según publicó el diario El País de España, las adolescentes escribieron una carta que sufrían acoso escolar por su acento argentino, pero, quién más padecía el bullying era Alana por su identidad sexual: "Me siento incomprendido. Estoy cansada de que me hagan bullying en la escuela, no lo soporto. Yo quiero ser feliz, pero evidentemente yo esto lo voy a sufrir el resto de mi vida y tomé la decisión de no seguir". Mientras, Leila, la menor que sobrevivió, en su carta expresaba que "acompañaría" a su hermana y que actuaba "en solidaridad": "Disculpas a todos, ustedes saben de lo que yo amo a mi hermana, yo vi todo el bullying que sufre ella, voy a hacer lo que ella decida. La voy a acompañar a donde ella quiere".