Alberto Perassi está tranquilo. Su tono de voz transmite cautela y aunque tiene muchas ganas de que se conozca la sentencia del juicio que investiga la desaparición de su hija Paula, ocurrida en el año 2011 en San Lorenzo, Santa Fe, sabe que las cosas pueden cambiar de un segundo a otro, por lo que no quiere adelantarse a lo que pasará.
Después de casi un mes de audiencias, este miércoles empezó la etapa final del juicio que tiene como acusados a Gabriel Strumia, amante de la víctima; a la esposa del empresario metalúrgico, Roxana Michi; la supuesta partera Mirtha Rusñisky; al chofer Antonio Díaz; al comisario Adolfo Puyol y a los policías Jorge Krenz, Gabriel Godoy, Aldo Gómez y María José Galtelli.
En su alegato, el fiscal a cargo de la causa pidió cadena perpetua para los cuatro civiles, aunque solicitó penas menores para los cinco policías investigados. Del mismo modo, este jueves será el turno de la querella, mientras que se espera que el viernes hablen ante el tribunal los abogados defensores.
Durante las audiencias anteriores, el fiscal a cargo de la causa, Donato Trotta, intentó demostrar que Strumia, su mujer, su chofer y una supuesta falsa partera, fueron los encargados de llevarse a Perassi de la puerta de su casa, para someterla horas después a un aborto no consentido. Aunque el cuerpo de la mujer de 33 años nunca apareció, la fiscalía cree que la víctima murió en la interrupción forzada del embarazo, y que los sospechosos hicieron desaparecer el cuerpo con la ayuda de cinco policías, entre ellos el comisario Puyol, muy amigo del empresario.
Paula Perassi fue vista por última vez con vida el 18 de septiembre de 2011 en San Lorenzo, pero su caso llegó a juicio recién siete años y medio más tarde. Durante el proceso, más de cien testigos declararon, y la mayoría de las jornadas en el Centro de Justicia Penal de Rosario fueron largas y estuvieron cargadas de información.
Por eso mismo, después de tantas exposiciones, finalmente este miércoles la querella dio su alegato ante los jueces Griselda Strólogo, Álvaro Campos y Mariel Minetti, mientras que este jueves es el turno de la fiscalía, y el viernes finalmente hablarán los abogados de los nueve acusados.
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En su descargo, Donato Trotta mantuvo su pedido de prisión perpetua para Strumia, Michi, Rusñisky y Díaz, mientras que solicitó penas de entre 6 y 16 años para los cinco policías involucrados en el supuesto encubrimiento. Hacia el final de la tarde de hoy se sabrá cuáles fueron los pedidos de la querella, aunque Alberto Perassi ya adelantó a BigBang que su abogado, Adrián Ruiz, pedirá la perpetua para Strumia, Michi, Rusnisky, Díaz y Puyol, aunque para los otros cuatro policías implicados solicitará una pena menor. "Yo lo que más busco son los huesos de paula, después lo demás, los años que le den, no me interesa”, declaró conmovido.
“La gente está esperando qué va a pasar, ha sido todo tan manoseado, que están todos pendientes de ver que es lo que pasará”, agregó el papá de la víctima. Además, explicó que durante el juicio no pudo entrar a la sala, debido a que fue citado como testigo por la fiscalía, por lo que para este etapa final decidió seguir con la misma actitud, y por cábala, no va a estar presente ninguno de los tres días.
"En la plaza, en frente del Centro de Justicia, van a transmitir todo con una pantalla, así que lo voy a ver desde ahí porque no quiero entrar. Puedo vivir alguna provocación, y no quiero darle la oportunidad de que se den el gusto de reírse”, añadió.
Después de los alegatos, el tribunal fijará la fecha para la lectura de la sentencia, por lo que se estima que los primeros días de mayo ya se sabrá su decisión final.
“Toda la gente de la región está expectante, ellos (los acusados) siguen en la misma posición, tienen un pacto de silencio y no dicen nada. Hay alrededor de 30 abogados dando vueltas, que no sabemos quién los paga. Detrás de ellos hay peces grandes, gente de la política, como por ejemplo el intendente de San Lorenzo, Leonardo Raimundo. Él sabe lo que paso con Paula. Puyol era la mano derecha del intendente y Strumia era amigo de Puyol", acusó.
Aunque el papá de la víctima quiere ser precavido a la hora de hablar de la sentencia, lo que más le importa a él es que los sospechosos rompan el silencio y que por fin cuenten lo que hicieron con su hija. “Si nadie habla el cuerpo no va a aparecer, así que pálpito no tengo ninguno, solo espero”, dijo por último.