El misterio alrededor del asesinato de Paloma Gallardo de 16 años y Josué Salvatierra de 14, perpetrado por desconocidos hace una semana en un descampado de la localidad bonaerense de Florencio Varela, creció en las últimas horas luego que se confimara que la investigación no tiene sospechosos y que existen divisiones en la querella entre los padres de cada uno de los adolescentes.
Es que mientras que Omar Gallardo, padre de Paloma y autopercibido pastor evangelista del templo Iglesia de Dios en Bosques -algo que sus vecinos niegan- aseguró que detrás del crimen estuvo "el demonio" y que perdonó a los asesinos de su hija, el abogado de la familia Salvatierra, Carlos Dieguez, consideró que los menores "vieron algo que no tenían que ver" relacionado con un crimen y que por eso fueron ultimados.
El hombre que un día después del asesinato de su hija dio un vivo en su canal de YouTube de evangelismo, está convencido de que el móvil fue un intento de violación a la menor, que derivó en una defensa de su compañero y el asesinato de ambos. Es por eso que le pidió a quienes encontraron el cuerpo revisar los genitales de Paloma, algo que llamó mucho la atención, porque las pericias descartaron por completo un abuso sexual.
"Esto que pasó con mi hija y con Josué es un mal, como tantos males que estamos viviendo siendo víctimas mucha gente en el país", opinó Gallardo frente a las cámaras de Crónica TV, mientras que sumó que los criminales que mataron a Paloma "están perdonados" por él y "por el Señor". "Tengo que hablar con ellos cuando estén en la cárcel, y que no se asusten porque yo no les voy a hacer nada, porque mi interés es invitarlos a que se arrepientan y reciban a Cristo en su corazón", añadió.
"El delincuente, cuando trama un robo o un homicidio, lo planifica, lo trabaja, piensa, analiza cómo lo va a hacer y después toma la decisión de empezar con los primeros pasos. En el primer momento que accionó, tomó la decisión y produce el hecho, es impulsado, no solamente por la voluntad misma, que claro, no provino de una persona normal, sino que algo la impulsó a hacer eso, algo lo motivó", afirmó el evangélico. "Hay dos demonios: Súcubo e Íncubo. Vean lo que hacen esos demonios con la gente. Tanto los hombres como las mujeres y ahí se van a dar cuenta de lo que pasó con Paloma y con Josué", añadió.
Junto a su esposa, Gallardo realizó un velatorio en la vereda de su hogar y tuvo extraños comportamientos para alguien que atraviesa un duelo, como registrar a la prensa y exponer, contra la voluntad de la casa velatoria, el cuerpo de Paloma a condiciones climáticas desfavorables. A la escena se sumaba la imagen de él tocando la guitarra. Y luego, el anuncio de que este domingo dirá cosas sobre la investigación a través de su canal de YouTube.
"El papá dice que es pastor. En el barrio dicen que no y no lo quieren", detalló al aire de Radio 10 Germán "Pampa" Mónaco. "Los vecinos dicen: 'está haciendo con la muerte de su hija algo que tiene que ver con redes sociales y tratar de encontrar más seguidores'", aventuró más adelante.
Por el lado del letrado que defiende a la familia Salvatierra, las cosas son diferentes. "Seguramente estaban haciendo un videito para las redes y se cruzaron con un grupo de asesinos, los cuales serían tres o más", explicó Dieguez ante la Agencia Noticias Argentinas. Según su postura, vieron en la zona algo relacionado a la "venta de droga" o "narcomenudeo" y fueron asesinados "de la forma más macabra que existe". "Los criminales creyeron que los estaban investigando y les dieron muerte a los dos", añadió.
Para el abogado no existe la hipótesis del robo, ya que la descartó por completo de acuerdo a la modalidad del crimen y las evidencias que descartan el hecho. "Los chicos fueron muy bien criados en buenas familias, eran respetuosos y estaban escolarizados. Las familias en sí tenían muy buena relación", remarcó.
Lo cierto es que en la causa que atiende el fiscal Hernán Bustos Rivas de la Unidad Fiscal de Investigación N°5 de Florencio Varela no tiene detenidos, luego de haber demorado a dos personas en situación de calle, que fueron liberados luego de que no se encontrarn pruebas fehacientes en su contra.