El país quedó conmocionado por la aparición de dos mujeres brutalmente asesinadas en la casa situada en la calle D. Aguado al 600, en el cruce con Salvador María del Carril, en General Pacheco, partido de Tigre. Ellas eran Elsa Margarita Suárez de 66 años y su hija Sofía Elsa Aurelia Chaparro de 30. Por el hecho estuvo prófugo varios días el hijo y hermano de las dos mujeres, Daniel Adrián Derderian de 45.
Sin embargo, uno de los aspectos más escalofriante tuvo que ver con el arma con el que había cometido los femicidios: una katana, también conocida como espada samurai, de importante largo, que quedó en la escena del crimen cubierta de sangre y pelos, que los investigadores llamaron a analizar.
Si bien Derderian escapó en una de las tres bicicletas que había en su casa, dos días después fue encontrado en Garín y fue trasladado desde los calabozos de la comisaría 2da, de Tigre, con asiento en General Pacheco, a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género.
Allí, se determinó que se lo imputará por "homicidio agravado por el vínculo" y también afrontará la causa de "homicidio agravado criminis causa" por haber intentado encubrir el asesinato. Ambas penas solo conducirán a que Derderian cumpla condena perpetua por el doble femicidio de sus familiares.
El perfil del doble femicida
48 desesperantes horas fueron las que separaron al femicida de la prisión. Sin embargo, lo encontraron en una plaza del bulevar Presidente Perón en Garín. Allí fue divisado por el Gabinete Táctico de Operaciones de General Pacheco, Subdelegación Departamental de Investigaciones (Sub DDI) Tigre y DDI San Isidro que estaban buscándolo intensamente.
Desde ese momento, el doble femicida está siendo sometido a pericias psiquiátricas y psicológicas para terminar de entender por qué mató a su madre y a su hermana con semejante virulencia, odio y crueldad.
Sobre el femicida de 45 años, no se sabía mucho. De hecho, los vecinos de la zona decían no conocerlo tanto; es que hacía muy poco tiempo que se había mudado con su hermana y con su madre.
Los investigadores de la causa dieron con las redes sociales de Derderian que mostraban un sesgo de su personalidad: es fanático del anime. Publicaba allí y a vista de todos material pornográfico mezclado con imágenes de la Parca, superhéroes como Wolverine y lo más aterrador, publicó imágenes con la misma katana que utilizó para degollar a su madre y a su hermana. Hay versiones que lo vinculan a alguna adicción, pero ese detalle todavía no se confirmó.
Al momento de su detención, los oficiales se toparon con elementos bastante poco usuales en un ciudadano común y corriente: dentro del bolso de Derderian había cuatro cuchillos bastante grandes parecidos a machetes, una botella con nafta, un aerosol insecticida y dos teléfonos celulares. Estos elementos servirán para la ampliación de la investigación de la causa.
El móvil del asesinato: ¿por qué las mato?
Es todavía una pregunta sin respuesta. Sin embargo, en la declaración de Darderian tomada por el fiscal de la causa, José Ignacio Amallo se puede leer que él mismo fue el que confesó el doble crimen. En su relato, advierte que había tenido una discusión con ambas mujeres durante el sábado.
Luego, Darderian explicó que Suárez y Chaparro lo habían perseguido con un palo y una pala. Al ver esta situación, el hombre relata que fue hasta su habitación decidido a buscar la katana que tenía guardada.
La confesión es espeluznante: "Primero le di a mi mamá, cayó al piso y ahí quedó. Luego agredí a mi hermana y también cayó al piso. A ambas les di los cortes en el cuello", confesó el acusado. "En ese momento no medí, pero supe que las había matado".
Qué dicen las autopsias
En cuanto a la katana hallada ensangrentada y con cabellos adheridos, el informe preliminar, dejó saber que es "un elemento de punta aguzada, doble filo y largo considerable", este elemento probatorio hace que el fiscal confirme que se trata del arma homicida.
En cuanto a las autopsias de los cuerpos encontrados, se pudo determinar que llevaban muertas en el patio de su casa "entre cinco a siete días" y que el crimen pudo haber sido cometido entre el martes 6 y el jueves 8 del mes de febrero.
La médica de la Policía Científica de San Isidro que el martes pasado hizo ambas necropsias, Andrea Ballarini Suárez fue la encargada de realizar las autopsias sobre los cuerpos. Los detalles son escabrosos.
Por su lado, a la mujer de 66 años "se destaca una lesión única en región cervical posterolateral de aproximadamente 21.5 centímetros de diámetro donde se observa la sección de planos cutáneos, musculares y la sección de paquete vasculonervioso cervical izquierdo".
Además, el informe determinó: "Puede inferirse que las mismas fueron infringidas desde arriba hacia abajo y desde adelante hacia atrás, con un elemento de punta aguzada, doble filo y largo considerable". Por último, Suárez confirmó que la causa de muerte fue "una hipovolemia por una hemorragia masiva con el consiguiente shock hipovolémico".
Por otro lado, la mujer de 35 años, hermana del femicida presentó en su cuerpo bastantes lesiones de bordes nítidos y limpios, sin puentes de tejido residual entre los mismos en región de cuero cabelludo a nivel frontotemporal derecho con exposición de tejido óseo subyacente con solución de continuidad, occipital derecho, región cervical posterolateral derecha comprometiendo región auricular ipsilateral".
La autopsia también descubrió: "Lesiones en ambos hombros, cara posterior de brazo derecho, cara anterior de antebrazo derecho, cara posterolateral de antebrazo izquierdo, cara palmar de dedos de ambas manos y Lesiones compatibles con fracturas expuestas en región olecraniana derecha (codo) y de muñeca izquierda, con sección de planos musculares y vasculonerviosos". Hay un triste detalle: "Las lesiones observadas en miembros superiores se corresponden probablemente a un mecanismo de lucha y/o defensa".