05 Diciembre de 2022 19:35
Desde el sábado 26 de noviembre, horas después del partido de Argentina y México por el Mundial de Qatar 2022, Agustina Joselie Nadal Herrera, de 21 años, desapareció de su hogar. Por la noche, tras una denuncia de su novio Jorge Rojas, de 23 años, en la Base Aeronaval Comandante Espora, donde era marinara segunda voluntaria, comenzó una búsqueda.
Pero dos días después de iniciada la búsqueda, el novio, con el que salía hacía menos de un año, se presentó en la comisaría 4° de Bahía Blanca y confesó. Dijo que comenzaron a discutir, que la atacó, la mató, colocó el cuerpo en una bolsa de dormir y lo arrojó en el arroyo Napostá. Cuando la Policía fue hasta el lugar, encontró el cadáver.
El cuerpo de Agustina tenía puesto una camiseta de la Selección Argentina. Estaba en una bolsa de dormir y encima de ella había una frazada que la envolvía, atada con una soga. Tras la autopsia se determinó que la joven había muerto por estrangulamiento.
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El informe completó indicó: “El fallecimiento se dio por compresión externa de la laringe, lo que produjo interrupción en la ventilación con insuficiencia respiratoria”. Además se constataron que tenía moretones en el rostro y en el cuello por los golpes que le había dado el hombre. También tenía lesiones en la cabeza.
Ahora salieron a la luz más datos escalofriantes. Y es que el femicida, a poco de matar a la mujer, hacer la denuncia en la Base Aeronaval e iniciar la búsqueda, también pidió un préstamo a nombre de la joven. ¿Cómo lo hizo? Luego de matarla, el también soldado uso el celular de su novia, entró a la app del banco y pidió un préstamo a su nombre. En total pidió un préstamo de 260 mil pesos y otros 15 de adelanto de salario.
La causa quedó a cargo del Juzgado de Garantías N°1 de Bahía Blanca, subrogado por la jueza Natalia Giombi y el acusado quedó imputado por el delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género”. Por el momento, y a diferencia de lo que hizo en la comisaría, se negó a declarar.
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El crimen ocurrió el 26 de noviembre después de las 21 y antes de las tres de la mañana del día siguiente dentro de la habitación principal de la calle ubicada en Garibaldi 437, en Bahía Blanca. Después de eso, ató el cuerpo envuelto en una frazada, lo llevó hasta el arroyo y lo arrojó en el lugar.
El asesino quedó grabado en unas cámaras de seguridad y en el informe se lee: “Sobre las 2.59 horas, Rojas sale de su domicilio arrastrando un objeto que finalmente arroja en el interior de un canasto perteneciente a la empresa prestataria de recolección de residuos, elemento que empuja hasta perderse de vista y que luego regresa a su casa a las 3.58”.
Además también dejaron constancia del préstamo pedido: “a las 22.09 del día 26 por 260.000 pesos. A las 22.11, ese dinero fue transferido a una cuenta perteneciente a Rojas”. Y finaliza: “Más tarde, a las 0.32 hizo lo propio solicitando un adelanto de haberes por 15.000 pesos, dinero que a las 0.33 fue transferido a la cuenta propiedad de Rojas”.
