Otro giro en la causa que investiga el femicidio Anahí Benítez. Después de que Marcelo Villalba, el hombre imputado por la violación y el asesinato de la joven de 16 años, asegurara que no actuó solo, todas las miradas se centraron en el misterioso hombre “encapuchado” del que todos los vecinos hablaron desde el comienzo de la investigación y cuando la adolescente todavía se encontraba cautiva.
Anahí tenía 16 años. Fue secuestrada, violada y asesinada en Lomas de Zamora.
“Estuve con alguien, pero no voy a declarar hasta que este mi defensor”, fueron las palabras que el acusado de haber violado a la joven declaró, después de que el cotejo de los peritos confirmara la presencia de su ADN en el cuerpo de la joven. ¿Quién lo acompañó y lo ayudó a perpetrar el perverso crimen? ¿Fue el otro detenido, Marcos Bazán?
Marcelo Villalba, imputado y detenido por la violación de la joven. Se encontró su ADN en el cuerpo.
El sábado 29 de julio, sólo 30 horas después de que la familia de Anahí denunciara su desaparición, vecinos que viven en las proximidades de la Reserva Natural Santa Catalina de Lomas de Zamora en donde fue encontrado el cuerpo de la joven ya habían advertido la extraña presencia de un hombre encapuchado. Pero la Policía hizo oídos sordos a la denuncia.
Bazán, el otro detenido, asegura que es un "perejil" y que la Policía lo obligó a "autoinculparse".
“Había movimientos raros, ruidos y sonidos que no eran habituales”, revelaron en su momento a los efectivos que, por ese entonces, rastrillaban la zona para dar con la adolescente. Ahora, tras la confesión de Villalba, los testimonios cobran más peso; en especial para la Dirección General de Asuntos Internos, a cargo de Guillermo Berra.
La casa de Villalba en la que encontraron el celular de Anahí.
En las últimas horas, según consigna el diario Crónica, se abrieron distintos sumarios. Buscan investigar la presunta mala actuación de los efectivos que desestimaron las advertencias de los vecinos, quienes además suministraron una descripción visual del sospechoso: “Estaba vestido todo de oscuro y encapuchado”.
La casilla en la que habrían mantenido cautiva a la joven por seis días antes de matarla.
También se investiga la denuncia del propio Bazán, dueño de la casilla en la que se presume mantuvieron cautiva por seis días a Anahí, quien advirtió ante las fiscales del caso, Verónica Pérez y Fabiola Juanatey, que la Policía lo obligaron a “autoincriminarse” por el homicidio. En su indagatoria, él también señaló la presencia del hombre encapuchado que merodeaba las cercanías de su vivienda.