Perverso y violento, así lo describía su ex pareja en cada una de las denuncias que realizó contra él. Se trata de Néstor Hermindo Monzón, el fisicoculturista de 50 años que fue detenido luego por ser señalado como responsable de haber drogado, maltratado y violado a una mujer en la ciudad de La Plata. Debía declarar ante la Justicia, pero se negó.
Monzón, el fisicoculturista que secuestró y vejó a una mujer en La Plata.
Monzón mantenía en su casa un par de borceguíes que pertenecerían a la víctima que lo denunció la semana pasada, junto a un cartel con la leyenda "Trofeo de guerra". Pero otra mujer, víctima de su maltrato, golpes y perfil violento, ya lo había denunciado.
Desde 1998, Monzón inició una relación con una mujer que no quiere revelar su identidad por miedo. En 2012 logró alejarse de Monzón, pero aún teme por volver a sufrir sus golpes, maltrato y perversión.
La ex mujer del fisicoculturista convivió con él por más de diez años, y hasta tuvieron un hijo. Según cuentan los allegados de Monzón, durante muchos meses el menor no tuvo noticias de su padre y en la actualidad su vínculo está quebrado.
La madre de este niño denunció en distintas comisarías cada uno de los episodios en los que debió tolerar las consecuencias de los excesos de Monzón.
Octavio, el hijo de Néstor Monzón.
Con un ritmo de vida intenso, Monzón entrenaba de manera obsesiva y según trascendió, tenía graves problemas para recuperarse del consumo de cocaína. Pasado y fuera de sí, en varias oportunidades soltó su furia conta su ex mujer.
Monzón, a la derecha, en un gesto obsceno y desafiante.
Cansada de los maltratos, una noche logró huir y alejar al menor de su padre. En esa oportunidad se acercó al Juzgado de la Familia de La Plata y dejó registrada su fuga en busca de la libertad de los tormentos.
Monzón ofrecía clases de diversas disciplinas físicas.
Monzón, que casualmente comparte apellido con el mítico boxeador acusado de ser el autor del femicidio de Alicia Muñiz, permanece detenido en la alcaidía de los tribunales platenses. Se le imputan los delitos de privación ilegítima de la libertad, lesiones y abuso sexual.
SU PROPIA DEFINICIÓN
Su propia mirada sobre su vida y sobre él, también llama la atención. "Antes era boxeador, matón y patovica. Ahora soy un 'guacho' tierno", se define insólitamente Monzón en un posteo de Facebook. "Vivo solo con Octavio hace cuatro años, hago los deberes y estoy en paz", agrega en referencia a su hijo.
Monzón se define como "un guacho tierno".
"Lavo guardapolvos y coso botones", describe. "No sé si es una bendición estar solo con un hijo o ser una lavandera. Estar con Octavio me da paz, lo lindo que es abrazarlo todos los días. Lo amo, es mi hijo, es lo más lindo que me pasó en la vida".
Otro texto parece sugerir problemas de drogas del fisicoculturista.
Mientras tanto, en sus publicaciones en su muro de Facebook parece sugerir un problema, pasado o presente, de Monzón con el consumo de cocaína.