11 Marzo de 2025 11:12

El juicio por la muerte de Micaela Rascovsky en Villa Urquiza llegó a su desenlace este martes en medio de una incertidumbre asfixiante. El destino de Guido Pascuccio, su novio y único acusado del caso, estaba en manos del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°10. Pero la decisión de los jueces Alejandro Noceti Achával, Jorge Romeo e Inés Cantisani desató una ola de indignación: el tribunal lo absolvió de todos los cargos, tanto del femicidio como del abandono de persona seguido de muerte y lesiones. La familia de Micaela, desolada, anunció de inmediato que recurrirá a la Cámara de Casación para revertir el fallo: "Él se fue como entró, libre".
Nadia Rivas, abogada de la familia, explicó cómo se dieron los hechos durante la audiencia y adelantó que irán a instancia de casación para revertir la situación, mientras que el fiscal presentará el mismo recurso. "Básicamente el tribunal decidió absolverlo, tanto del abandono como del femicidio y las lesiones. Los fundamentos los tenemos recién el 18 de marzo y ahí sabremos por qué tomaron esa decisión. Él se fue como entró, libre, iremos a la instancia de casación como para ver si revertimos esta situación. Mientras tanto, el 18 de marzo son los fundamentos, después del 18 de marzo tenemos 10 días hábiles para presentar lo que se llama recurso de casación", adelantó.
Aquel fatídico 13 de abril de 2021, Micaela Rascovsky, de 25 años, apareció muerta en el departamento que compartía con Pascuccio. La versión del acusado fue que la joven sufrió una convulsión por consumo de cocaína. Pero las pericias revelaron que ya llevaba varias horas fallecida cuando él llamó al 911. Las sospechas contra Pascuccio se reforzaron con los chats de Micaela, en los que confesaba a amigos que su pareja la golpeaba, y con el hallazgo de ADN del acusado y de una tercera persona bajo sus uñas. A pesar de ello, el tribunal lo dejó en libertad. "Le diremos a la Cámara de Casación que revise este fallo porque entendemos que está mal", agregó Nadia.
En un principio, la causa fue caratulada como "muerte dudosa". Luego, con las pruebas presentadas por la familia, la fiscalía la recaratuló como femicidio, pero la Cámara de Apelaciones rebajó la acusación a "abandono de persona seguido de muerte". En el juicio, la fiscalía pidió 11 años de prisión, mientras que la querella sostuvo la figura de femicidio y exigió perpetua. Afuera del tribunal, familiares y amigos de Micaela hicieron vigilia desde la noche anterior esperando un fallo que nunca llegó. Patricia Ortiz, la madre de la víctima, destrozada por la decisión, aseguró: "Nosotros no hemos podido ni siquiera hacer el duelo".
Y sumó: "Nos han arrebatado a nuestra hija y ahora también nos arrebatan la justicia". Y con una determinación feroz, sentenció: "Si tenemos que quedarnos en la calle con una cuchara cada uno, ya nos pasó lo peor. Lo peor ya está". El próximo 18 de marzo se conocerán los fundamentos del fallo. A partir de allí, la familia y la fiscalía tendrán diez días hábiles para presentar el recurso de casación. Pero más allá de lo legal, la sensación de injusticia ya está instalada.