Hay situaciones reales que parecen escritas por un guionista de Hollywood por lo increíble de los detalles. En las últimas horas, la Policía junto a varios médicos y enfermeros de la provincia de Entre Ríos fueron testigos de una situación insólita y que parece sacada de una película.
En la madrugada del 10 de enero, Carlos Gabriel Olivares, un preso de 20 años, debió ser trasladado de urgencia de la prisión al Hospital San Martín de Paraná. El joven había tenido una crisis nerviosa por un conflicto familiar. Al realizarle diversos estudios, los médicos notaron que algo raro ocurría en su cuerpo. Luego de realizarle una radiografía comprobaron que se había tragado una bombilla del mate.
Frente a esa situación, y tras la autorización del Servicio Penitenciario y varios días de internación para estabilizarlo psíquica y físicamente, Olivares fue sometido a una operación en la que le extrajeron la bombilla el 25 de enero. Primero estuvo en terapia intensiva. Después fue trasladado a una habitación común con custodia policial.
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Hasta el jueves 27 la recuperación del delincuente marchaba con absoluta tranquilidad. Pero esa noche, cuando Olivares notó que el agente que lo custodiaba en la puerta de la habitación se había descuidado porque pensó que él estaba sedado por la anestesia, robó ropas y escapó del hospital.
Cuando el oficial notó que el preso no estaba, dio el alerta y se inició un operativo cerrojo en la zona del nosocomio que no dio ningún tipo de resultado. Al conocer la noticia, Paraná se puso en alerta. Finalmente, tras una serie de allanamientos, el joven fue encontrado en una casa del Barrio Las Flores. La vivienda pertenece a una mujer con la que mantiene una relación amorosa.
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Tras ser recapturado, el reo fue derivado de nuevo al hospital San Martín de Paraná, donde había operado. Los médicos lo sometieron a diversos estudios y notaron no solo que había abierto la herida de la operación sino que había descuidado y corría riesgo de infección. Después de un tratamiento, quedó internado a la espera de ser trasladado nuevamente a la Unidad Penal 1.
Según fuentes oficiales, las autoridades de la cárcel de Paraná, informaron a la fiscalía en turno, que hace un mes el joven delincuenes había tenido un altercado con sus familiares por dinero y también por una relación amorosa. Esto habría provocado que en los últimos días haya tenido una recaída emocional que lo habría llevado a un supuesto intento de suicidio o a intentar lesionarse con la bombilla. Desde ahora comenzará un tratamiento psiquiátrico.