La vida de Cristian Álvarez Congiu, más conocido como "Pity", tuvo más de ocho vueltas en una calesita de terror: drogas, excesos, arrestos, accidentes automovilísticos, internaciones y hasta un asesinato. Lo que podía ser la historia de una persona repleta de éxitos musicales -como los tiene- recorriendo el mundo al compás de sus melodías, terminó siendo la historia de una persona que pelea por su vida en un centro de rehabilitación, a la espera de recuperarse para afrontar un juicio por matar a un vecino.
A sus 34 años, en el 2006, se dio a conocer el primer suceso que lo tenía como protagonista por un incidente y no por su música: fue acusado de robar un remis en Entre Ríos. A partir de ahí, una seguidilla de episodios donde quedó en evidencia que, sin decirlo, gritaba ayuda por todos lados. En el 2009, fue internado en el Hospital Güemes por intoxicación y en el 2012 protagonizó un accidente al chocar con su moto a una camioneta en La Paternal.
Luego de eso, tres años seguidos se vio envuelto en diferentes escándalos que lo llevaron a lo peor. En el 2014 tuvo otro accidente similar al de la moto y ese mismo año fue internado en el Dupuytren luego de arrojarse de una escalera a varios metros de altura bajo los efectos de una alta dosis de rivotril. En septiembre de 2015 escupió fuego desde un escenario y fue arrestado bajo los cargos de "tentativa de estragos" y en 2016 fue denunciado por dos mujeres por violencia de género.
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Sin embargo, el peor suceso sucedió en julio del 2018 cuando mató a un vecino del barrio Samoré, de Villa Lugano, por “hostigamiento”. Aquella noche, tras una discusión en las inmediaciones de su domicilio, luego de varios empujes, antes de golpearse con puños, el cantante decidió sacar de su bolsillo una pistola calibre 25 y gatillarle en la cabeza a Cristian Díaz. El disparo ingresó a la altura de uno de los ojos y a pesar de asesinarlo en el momento, lo remató con otros tres disparos en su cabeza.Luego se fue a la fuga en su auto junto a su pareja, a la cual le pidió que se deshiciera del arma para no dejar evidencias, pero tras tomar relevancia, al día siguiente se presentó en la comisaría 52 junto a su abogado y se entregó diciendo que fue él el asesino. “Lo maté porque era él o yo. Y creo que cualquier animal haría lo mismo”, había declarado en su momento.
Automáticamente quedó detenido en el Complejo Penitenciario Federal Número 1 de Ezeiza y en junio del 2022 le otorgaron prisión domiciliaria con tobillera electrónica, para en febrero de este año comience a ser juzgado. La idea era que permanezca con monitoreo electrónico hasta el debate oral, ya que debía a la vez presenciar un centro terapéutico por sus problemas de adicciones, pero en marzo el Tribunal decidió levantar aquella prisión y que sea trasladado a un centro de rehabilitación porque de esa manera como se encuentra, no podría presenciar un juicio.
En su momento, el Tribunal ratificó la suspensión del debate, ordenó el cese de su arresto domiciliario y además, que se le quite la tobillera electrónica que le habían colocado para monitorearlo. A la vez, derivó a que la Justicia Civil supervise su tratamiento de rehabilitación por el consumo de sustancias hasta que esté en condiciones psíquicas para poder afrontar el juicio por homicidio.
Hoy en día, el ex líder de Intoxicados se encuentra internado en las instalaciones de la Fundación Eira hace música, sale una vez por semana para visitar a sus familiares y a la vez, recibe a su madre dos veces a la semana. ¿Cómo llegó a aquel centro de rehabilitación? Según pudo dar a conocer su progenitora, Cristina Congiú, fue por recomendación de Gastón Pauls y aunque es de excelencia, lo ve “sumergido en la depresión”.
Fue en diálogo con el programa “El diario de Mariana”, que Congiú habló sobre el presente de su hijo mientras se encontraba de visita en la Fundación. “La realidad de Cristian es que más allá de la droga, esto se lo ocasionaron otras cuestiones. Si lo vemos cronológicamente, hoy está pasando en la sociedad, en cualquier calle en cualquier lugar el grado de agresión y de falta de seguridad que hay. Más allá de lo que sucedió y cómo sucedió. Cristian está enfermo hace mucho tiempo”, reconoció.
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Sobre el presente del ex cantante de Viejas Locas, aseguró que se encuentra en una “profunda depresión” que se “agrede a él mismo” y que además, se le activó una enfermedad: diabetes. En esa misma línea, contó que la gota que rebalsó el vaso e hizo que él hoy esté así, fue en el año 2014 cuando se produjo el accidente con su moto. Desde ahí, su vida cambió para siempre.“Él está muy metido para adentro, que es una de las tareas que tiene que trabajar el equipo del hospital. Él se está agrediendo él mismo con su cuerpo. Viene desde un trayecto que desde que tuvo el accidente con la moto, viene como en un declive que cada vez lo está sumergiendo más en una profunda depresión. Cuando estuvo en el PRISMA, adquirió después de los nueve meses de pandemia, de las restricciones, de no ver a la familia y todo eso, derivó en una glucemia que se le detectó una diabetes y todo eso lo trajo él a su cuerpo. No lo expresa, pero de alguna manera se agrede”, detalló.
Asimismo, hizo hincapié en el lugar donde está rehabilitándose y que ese mismo fue recomendado por el actor Pauls. A la vez, indicó que quisiera ponerse en contacto con el cantante de Tan Biónica y su madre, para que la ayude a saber cómo puede quitar de la depresión a su hijo. “Nos vemos una o dos veces por semana con Cristián, acá donde está últimamente que es un lugar que nunca lo hubiera podido encontrar sino hubiera sido con la ayuda de Gastón Pauls. Estábamos queriendo saber y hablar con Marina (Charpentier), la mamá de Chano también”.
Y continuó: “Cristian tiene la posibilidad de tener y venir a un lugar acá como esté, tan maravilloso, donde siempre se está pensando sacar adelante a una persona enferma, pero sino, el tema de la ley de Salud Mental hay que reverla porque te la dejan distribuir en la calle pero no ayudan al adicto. Las consecuencias después, como pasó ahora, son muy duras para la familia y para todos contener una persona enferma”.
Al hablar sobre cómo fue que comenzó con la adicción en las drogas, contó: “Mucho no te enteras sobre sus comienzo en la droga porque como mamá te vas enterando con el tiempo, pero supongo que después de la secundaria cuando terminó la técnica y bueno ahí se fue introduciendo cada vez más en el tema y después se fue a vivir solo y lo perdimos un poco de vista, de contacto” y agregó: “Empezó a tener recursos, fama y todo eso que ya conocemos que sabemos que también está el peligro de que lo consiga más fácilmente”
Sin embargo, remarcó que hoy se encuentra en un estado de depresión por el asesinato que realizó, pero que la víctima lo hostigaba cada vez que lo veía. “Está con un estado profundo de depresión, para mí. No lo veo ni siquiera entendiendo qué es lo que pasó. La víctima de este episodio, que fue el otro Cristian, era una persona que según él, yo no quiero poner palabras duras en una persona por su familia también, pero lo vivía hostigando con el tema de conseguirle droga o esas cosas internas de adictos”, asentó.
“Mi hijo no podía ni salir a comprar sus alimentos como le gustaba hacerlo a un supermercado o al mercado del barrio, tenía que tener siempre una persona que lo ayudaba que era una amiga de él porque siempre estaba el acoso permanente, vivía como hostigado por ese acoso permanente de esa persona y otras más. Él estaba en esa situación de tratar de mudarse, pero pasó todo esto”, explicó.