Después de que el fiscal que investiga la muerte de Lucía Pérez diera su alegato el viernes pasado, este lunes fue el turno del abogado de la familia de la joven fallecida en Mar del Plata, y ante el tribunal pidió prisión perpetua para dos de los acusados, al mismo tiempo que solicitó cuatro años de cárcel para el tercer sospechoso.
En este contexto, mientras Gustavo Adolfo Marceillac daba su explicación ante los jueces y solicitaba la pena más alta para el principal sospechoso del abuso sexual y del asesinato de Pérez, Matías Farías decidió romper el silencio, y con varios gritos que desordenaron la audiencia, se defendió de las acusaciones y dijo que él no había violado, ni empalado a la adolescente, y que muchos menos había sido él quien la había asesinado.
Matías Farías enfrentó al abogado de la familia de Lucía Pérez.
En una audiencia que duró cerca de dos horas, la querella pidió la pena de prisión perpetua para Matías Farías ya que se lo considera responsable del delito de tenencia de estupefacientes para la venta, agravado por venta a menores de edad en cercanía a establecimientos educativo y abuso sexual violento con acceso carnal, con dolo violento, agravado por resultar muerta la persona ofendida, facilitado por el suministro de estupefacientes y concurre idealmente con la figura de femicidio.
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En este mismo sentido, para Juan Pablo Offidani el abogado también solicitó la pena de prisión perpetua, debido a que lo considera coautor por codominio funcional en el hecho referente a la venta de droga y partícipe necesario en lo que respecta al abuso sexual y la muerte de la adolescente de 16 años.
La querella pidió perpetua para dos los acusados y cuatro años para el tercer sospechoso.
Finalmente, para Alejandro Maciel, el letrado pidió una condena de 4 años y seis meses de prisión, al considerar que el hombre de 61 años encubrió los hechos cometidos por los otros dos detenidos, debido a que según su teoría, el acusado "auxilió a Farías y a Offidani para borrar rastros" y también los ayudó en lo que respecta a "higienizar y vestir el cuerpo" de Lucía Pérez.
En su descargo, Marceillac argumentó que la muerte de Pérez ocurrió en un contexto de violencia de género, y sumó que los acusados eran "adultos que reclutaban menores en la puerta de una escuela para venderles droga y satisfacer sus necesidades sexuales".
Lucía Pérez murió en 2016 por una asfixia tóxica por el consumo de drogas.
"Está probado que Farías y Offidani eran socios en la venta de estupefacientes. Está probado el abuso sexual, con Farias y Offidani como protagonistas. Está probada la violencia contra la mujer y el uso de estupefacientes", dijo el querellante ante los jueces, y así pidió la perpetua para dos de los sospechosos.
Ante esta situación, Farías comenzó a gritarle al abogado, y con mucho enojo se defendió de todas las acusaciones que pesaron en su contra hasta el momento: "Yo no la violé, no la empalé, ni nada".
Farías negó haber violado a Lucía Pérez.
"Me estás pidiendo perpetua de onda y yo no mate a nadie, ni violé a nadie, ni nada", volvió a gritar, lo que derivó en que el Tribunal Criminal Oral N°1 ordenara que lo sacaran de la sala.
Ante el exabrupto, las cosas en la sala se enfriaron, aunque luego el abogado siguió con su disertación, en la cual finalmente pidió "una condena ejemplar para darle tranquilidad a la familia" de Pérez y que se condene los "hombres que ejercen violencia contra las mujeres por asimetría de poder".
A diferencia de la querella, el fiscal que investiga el caso pidió a los jueces Pablo Viñas, Aldo Carnevale y Facundo Gómez que condenen a prisión perpetua a Matías Farías, aunque para Juan Pablo Offidani solicitó 18 años de cárcel por ser "partícipe secundario" de los delitos que cometió Farías, mientras que también retiró la acusación contra Alejandro Maciel.