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El hijo de Aliverti, tras la condena: “No soy un asesino, fue algo que pasó”

Habló tras ser condenado a cuatro años de cárcel por atropellar y matar a Reinaldo Rojas. Desestimó el valor del pedido de perdón a los cuatro hijos de su víctima.

22 Abril de 2017 09:21
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Pablo García Aliverti, el hijo del locutor Eduardo Aliverti condenado a cuatro años por atropellar en la madrugada del 16 de febrero de 2013 a Reinaldo Rodas en la Panamericana, se refirió a los cuestionamientos por la levedad de la sentencia y se defendió: “No soy un asesino, fue algo que pasó”.

Pablo García Aliverti fue condenado a cuatro años de prisión.

El hijo del locutor dialogó con el diario La Nación desde su casa. No irá a prisión hasta que la Justicia haga efectiva su condena por homicidio culposo agravado por atropellar y matar en estado de alcoholización. “La Justicia es un valor. A mí me condenó el Poder Judicial, que está conformado por jueces que son personas que forman parte de una sociedad que le exige cosas que no tiene que ver estrictamente con el derecho”, se defendió.

Rodas tenía 53 años. Se dirigía en bicicleta a su lugar de trabajo. Era vigilador privado.

Según Aliverti, la “mediatización” del caso le jugó en contra. "El Poder Judicial está conformado por personas, que son influenciables, y forman parte de una sociedad. Los jueces no son ajenos a esta mediatización”, advirtió.

El caso conmocionó a la sociedad. No sólo por la “portación de apellido” del acusado, sino también por los morbosos detalles del crimen. Y es que Pablo no sólo atropelló al vigilador privado en estado de ebriedad, sino que también lo arrastró durante más de 17 kilómetros por la Panamericana.

"De qué sirve el perdón cuando se perdió una vida. Es una formalidad que no va al fondo de cómo están las cosas

“No soy un asesino, que no salí con una pistola a matar a nadie, sino que fue algo que pasó”, resistió Aliverti, quien aseguró sentirse “tranquilo” porque “siempre” se puso a disposición de la Justicia.

El fallo fue cuestionado por los hijos de Rodas, quienes además criticaron al joven por ni siquiera haberles pedido perdón. “Siempre tuve la actitud e intenté acercarme pero no quisieron”, desestimó el condenado, y destacó el “cordial” vínculo que mantiene con Catalina Ramírez, viuda del hombre al que atropelló.

Aliverti arrastró durante 17 kilómetros el cuerpo de Rodas.

“Con ella tengo un trato cotidiano, hablamos una vez cada dos semanas. He ido una vez a Pilar a verla y tomamos algo juntos. Es una señora muy católica y entiende la situación un poco más por el lado del amor y de seguir adelante”, precisó.

“De qué sirve el perdón cuando se perdió una vida. Es una formalidad que no va al fondo de cómo están las cosas. Y yo con Catalina pude llegar a una conversación más intensa respecto a lo que pasó. Uno dice: 'Perdón' cuando se empuja sin querer con alguien en la calle. Considero que en un caso como este es necesario algo más profundo. Nosotros charlamos, nos conocimos y ella entiende que fue un accidente y yo no soy un asesino, que no salí con una pistola a matar a nadie, sino que fue algo que pasó”, remató.