El turista sueco Christoffer Persson perdió una pierna después de haber sido atacado el pasado 30 de diciembre por dos delincuentes que intentaron robarle el celular en la esquina de Defensa y Tacuarí, en el barrio porteño de Montserrat, a dos cuadras del hotel en que se hospedaba.
Luego de pasar varias semanas internado con su salud comprometida, finalmente el joven de 36 años logró recuperarse, aunque por este violento hecho, el Tribunal Oral Criminal Nº16 dio comienzo este martes al juicio contra los dos acusados de haberle robado a la víctima.
Según se pudo reconstruir gracias a las cámaras de seguridad de la zona, todo comenzó cuando un joven que descendió por la puerta trasera izquierda de un Peugeot 207 gris, se acercó hasta el turista con una pistola en la mano y le apuntó al pecho. En ese video se ve también que Persson le corrió el arma con la mano y que tras ese movimiento, se produjo el disparo y el balazo le dio en la pierna.
En este momento, la víctima estaba acompañado de su novia, María Izzo, quien alcanzó a pedirle ayuda a un grupo de ciclistas y una enfermera que pasaban. Después de eso, el joven fue trasladado por el SAME al hospital Argerich y cuatro días después debieron amputarle la pierna.
En base a la declaración del turista, los ladrones huyeron sin robarle el teléfono, subieron a un auto y desaparecieron. Luego de algunos días, y cuando la noticia había tomado ya mucha repercusión mediática, los investigadores lograron detener a dos sospechosos, llamados Rodrigo Armando Peláez y Roberto Leonel Gramajo, de 22 y 25 años respectivamente.
Durante la etapa de instrucción de la causa, Gramajo declaró que no había querido dispararle a Persson, sino que se había tratado de un forcejeo con un disparo accidental. "En el forcejeo me manoteó el arma. No sabía que estaba cargada y montada. No quise disparar", dijo en aquel momento.
Lee más. Los policías que mataron a tiros a un hombre en Villa Crespo pidieron su sobreseimiento: cómo sigue la causa
Sin embargo, en esta primera audiencia del proceso, la cual está a cargo de los magistrados Cristina Bertola, Gustavo González Ferrari e Inés Cantisani, Gamajo desmintió lo que declaró en primera instancia, y aseguró que la policía lo amenazó para que se adjudicara la autoría del hecho.
"La policía me apretó para que me hiciera cargo de esto. Amenazaron a mi familia para que me hiciera cargo del hecho. Ese día yo estaba con mi mujer", dijo tras manifestar su inocencia.
Por su parte, Peláez, quien está señalado de haber manejado el vehículo del que se bajó su compañero para cometer el robo, también tuvo oportunidad de declarar, pero desistió por recomendación de su abogado defensor, Osvaldo Miranda.
A pesar de que Person e Izzo no estuvieron presentes en el juicio, sus testimonios fueron incorporados por lectura tras dos videoconferencias. En primer lugar, Persson habló desde Londres, donde aseguró que el ladrón se le acercó para robarle, pero que cuando él quiso evitar que se llevara su celular, ahí ocurrió el disparo.
“Ese hombre disparó, caí al piso y era sangre. No vi que moviera ningún mecanismo de seguridad en su arma. Huyó y entró en un auto, era blanco, gris claro o algo similar, de cuatro puertas. Mi teléfono lo tengo, se lo arrebaté de la mano, era un hombre joven y de voz muy suave. Por las lesiones que me provocó perdí la pierna”, se lamentó.
Del mismo modo, su novia dijo que mientras regresaban al hotel en el que estaban alojados, se detuvieron a mirar el celular, cuando aparecieron dos hombres. "Lo escuché gritar 'teléfono, teléfono'. El que lo dijo tenía un acento raro. Le disparó, tenía una bala en la recámara, no corrió la corredera, el proyectil estaba en la recámara, un solo disparo. El idiota simplemente disparó. Corrió a Venezuela y Tacuarí, y entró en un coche", sumó.
El juicio continuará durante dos audiencias más y, Gramajo y Peláez, ambos juzgados por el delito de "robo agravado por su comisión mediante el empleo de un arma de fuego en grado de tentativa", son representados por defensores oficiales, mientras que la acusación formal está a cargo del fiscal Fernando Fiszer.