El hecho sorprendió por su audacia y su cuidadoso planeamiento: un cajero automático fue violentado y robado en Berazategui por un ladrón que utilizó un método insólito aunque sumamente efectivo.
La cámara de seguridad del local, una sucursal del banco Santander Río ubicada en la Av. Rigolleau al 4300, registró toda la escena. Así, pudo verse llegar al delincuente a bordo de un auto, aunque no se divisa si tenía acompañantes.
Del vehículo bajó una garrafa que colocó sobre un cochecito de bebé para trasladarla hasta el recinto del cajero. Luego de romper parte de la pared con una maza, comenzó a inyectar gas dentro de uno de los aparatos mediante una manguera.
El banco está ubicado en Berazategui (Foto: TN)
Con dos cables, el ladrón conectó el cajero a una batería de auto, lo cual provocó una explosión instantánea a causa del gas que ya llenaba el cajero. Así, el delincuente se hizo con uno de los "cartuchos" de dinero y huyó. Aunque no se sabe aún exactamente cuánto dinero contenía el "cartucho", se calcula que serían alrededor de 10 mil pesos.
Y, aunque diferente por su "explosiva" modalidad, este robo bien podría inscribirse en la "moda" de los arranca-cajeros que viene engrosando su lista de hechos desde el 2014.
Meses atrás, en Caballito
Un cajero automático del Banco Ciudad ubicado dentro de un supermercado Disco, cerca de la esquina de José María Moreno y Alberdi (Caballito), fue escenario en mayo de un violento intento de robo.
El blindex de la puerta de entrada quedó destrozado.
Allí, luego de romper el blindex de la puerta con una maza, los ladrones engancharon al cajero una linga fijada a la camioneta que utilizaban para desplazarse.
Sin embargo, la alarma se encendió y los asaltantes decidieron encarar la huida. No sin antes sembrar la calle con clavos "miguelito", para evitar ser perseguidos, los cuales causaron pinchaduras de neumáticos en al menos dos móviles policiales que llegaron al lugar del hecho.
Antecedente "calcado"
La mecánica es llamativamente similar a la utilizada en un intento de robo ocurrido el 6 de noviembre de 2014 en un banco Santander de Villa Insuperable, partido de La Matanza.
El Banco Santander de Villa Insuperable, blanco de un robo similar.
"Colocaron una linga de acero por detrás del cajero y lo arrancaron de un tirón con el vehículo, eso provocó que se destruyera parte de la mampostería del techo y la puerta de entrada de blindex", relató en aquel entonces a la prensa Walter Golía, titular de la Departamental La Matanza.
Sin embargo, al encontrar dificultades para subir el aparato de cerca de 800 kilos al vehículo donde se desplazaban, los asaltantes huyeron. Al igual que en el intento de robo ocurrido en Caballito, lanzaron "miguelitos" a la calle.
También en La Plata
Apenas unos días antes, el 24 de octubre, otro robo tuvo a una linga como protagonista pero en una sucursal del banco HSBC de la ciudad de La Plata.
Otra víctima: una sucursal del HSBC en La Plata.
En ese episodio, los delincuentes robaron un Volkswagen Fox con el que, de madrugada, se dirigieron al cajero automático. Allí, unieron la parte trasera del auto con el aparato mediante una linga e intentaron arrancarlo acelerando el auto, sin éxito.
Ante los repetidos intentos fallidos, huyeron a pie abandonando el auto, la cadena que usaron para tironear el cajero y un bidón de nafta.
En Uruguay
En febrero de este año, mientras tanto, la modalidad "cruzó el charco" a Uruguay con dos casos en menos de dos días. El primero fue en Paso Carrasco, donde luego de ser alertados por un cliente, agentes policiales encontraron una linga metálica atada a un cajero luego de un evidente intento de robo.
Horas después, en la localidad de Sayago, delincuentes destrozaron un cajero ubicado en una estación de servicio luego de intentar arrancarlo.
En el lugar del hecho, quedó abandonado un camión en marcha con las puertas abiertas y una linga atada al paragolpe trasero. Aparentemente, el robo se frustró porque la cadena se rompió.