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El infierno de un secuestrado: "Me drogaban para dormirme"

El jueves de la semana pasada fue capturado por cuatro delincuentes. Lo liberaron en Quilmes

22 Diciembre de 2016 09:14
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"Me drogaban para dormir y en seis días me dieron sólo tres platos de comida". Eso dijo Mauricio Di Nenno, el joven que estuvo secuestrado seis días y hoy fue liberado en Quilmes tras el pago de un rescate. Lo mantuvieron cautivo en una habitación oscura, encadenado a una cama y casi sin comer. Al momento de ser liberado, lo tiraron desde un auto hacia un descampado.  .

Sobre los secuestradores le dijo a C5N que "nunca mostraron violencia". "Tenían educación", era gente que puede salir a buscar un laburo y dedicarse a otra cosa que no sea la delincuencia. Lo secuestraron el jueves, cuando llegaba con sus padres de trabajar. De dos autos se bajaron dos delincuentes que lo interceptaron. 

"No pensábamos que era un secuestro, justo me alejé de mis viejos y me parece que eso dio a que me secuestraran a en vez de hacer una entradera".

"Me empezaron a preguntar cuánto había en la casa, que me largaban en un rato, me empujaban lo más abajo posible (del asiento del auto) para que no se viera que había una persona arriba hasta que llegamos al lugar donde me tuvieron detenido". 

"Me decían que no mire para ningún lado y que si no miraba para ningún lado iba a estar todo bien, me sacan los precintos de la mano y me encadenan los pies a las patas de la cama".

"Pasé un calor infernal, me mantuvieron empastillado para que me duerma los secuestradores lo mantuvieron empastillado como para que duerma. Cuando tenía sed, los llamaba con un silbido. Solamente me tiraron tres platos de comida. 

Di Nenno narró el infierno que vivió como secuestrado.

"Me hicieron escribir una carta porque habían pasado cinco días y mi familia estaba preocupada. En el momento que me hacen escribirla hacía tres horas que me habían dado una pastilla, me despiertan boleado y escribo la carta como podía, porque veía como triple".

"Nunca mostraron violencia, lo único que me dio miedo el último día con la entrega del dinero porque sabía que si algo salía mal iba a pagar las consecuencias".

"Tras el pago, me dijeron 'bueno flaco, ya te vas',  pero él en ese momento no sabía si el trato había salido bien, por lo que ese momento lo revivió con el de mayor tensión".

"Me meten adentro de un baúl y me tiran al pasto con la cabeza tapada y boca al suelo y ahí dije se escucha el disparo o se escucha el auto que se va. Me quedé esperando y por suerte escuché las puertas del auto que se cerraron y que salieron andando".