02 Febrero de 2018 06:45
El hermano del jefe de la Policía Bonaerense, Fabio Maximiliano Perroni, fue detenido en el marco de una denuncia iniciada por el funcionario de la Provincia por tráfico de influencias y presunta tentativa de estafas. La demanda fue impulsada por el propio funcionario, quien se encuentra distanciado de su hermano hace una década.
La trama resulta más que llamativa. Fabio y Fabián Perroni son hermanos pero según fuentes policiales hace unos diez años que se encuentran distanciados. El comisario mayor denunció que su hermano utilizaba la coincidencia de la inicial de su nombre para intentar realizar negociados en comisarías y con efectivos de la fuerza.
El jefe de la Policía Bonaerense, Fabián Perroni.
Según las pruebas a las que tuvo acceso el jefe de la Bonaerense, su hermano se presentó en una comisaría con una tarjeta en la que figuraba como “F. Perroni”. El objetivo era vender un supuesto seguro contra el robo o el secuestro judicial del arma de los agentes, y además proponía al titular de la comisaría a que juntara a todos los efectivos, y así obtener una comisión.
Fabio Maximiliano Perroni tiene 38 años y está acusado por los presuntos delitos de tráfico de influencias y tentativa de estafas. La denuncia fue presentada por su propio hermano, que se lo comunicó directamente al ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, ordenó a los policías damnificados a judicializar el caso, y hasta prometió ponerse a disposición de la Justicia para “facilitar” la investigación.
Fuentes policiales aseguran que Perroni hace una década no tiene vínculo con su hermano.
Según supo el jefe policial, su hermano le ofreció a un comisario una “salvación” por un supuesto sumario administrativo que, según le aseguraba, derivaría en una suspensión. Por el caso tomó intervención el fiscal Claudio Oviedo de la Unidad Fiscal N° 5 del Departamento Judicial de Morón, que ordenó la detención de Perroni, bajo la carátula de tentativa de estafa y presunto tráfico de influencias.
La detención ocurrió esta mañana temprano en la localidad bonaerense de Quilmes, y Perroni estaba siendo trasladado hacia Morón, para prestar declaración ante el fiscal Oviedo.